Capítulo 15.⚡️

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A las cinco de la mañana ya estaba despierta, hoy iba con Mateo a España, justamente a Madrid.

Lo primero que hice fue irme al cuarto de baño para asearme y darme una buena ducha.Después me vestí con una camiseta y unos leggins, pero con una chaqueta a mano porque aquí estamos en verano pero allí es invierno, así que guardé prendas de invierno en la maleta para estar allí en Madrid.

Terminé sobre las seis menos cuarto y al salir de casa estaba un taxi esperando.Abrí la puerta de atrás y estaba Mateo medio dormido.Le di un abrazo y a Peligro un choqué de puños.En camino al aeropuerto estaba apoyada en el hombro de Mateo, ambos estábamos muy cansados.

Montar de nuevo en un avión me daba algo de miedo, mi sitio estaba al lado de una venta y al lado tenía a Mateo.Al rededor nuestra había mas freestylers, uno de ellos lo conocí en la Fms que se celebró en Argentina, si no me equivocaba era Valentín.
-Oye, ¿podes tomar mi mano?.-Dijo Mateo susurrando a mi oído.
-¿Te da miedo?.-Dije mientras que le daba la mano.
-No, pero es una buena excusa para que me la des.-Sonrío y apoyó su cabeza en mi hombro, me tenía loca.

Durante el vuelo me quedé dormida, a si que esas once horas pasaron voladas, literalmente.A España llegamos sobre las cinco y cuarto de la tarde.Y al hotel sobre las seis.

Tenía una habitación sola para mi, era algo que le agradecía a Peligro porque él la pagó.Estuve guardando mis cosas y decidí darme un baño para relajarme un poco.

Cuando salí de la ducha tocaron varias veces a la puerta, me envolví en una toalla y fui a ver.
-¿Quién es?.-Dije antes de abrir.
-Re pelotuda la mina, soy Mateo.-Me reí.
-Yo no conozco a ningún Mateo, se ha equivocado de puerta.-
-Ada dale abre, que quiero estar con vos.-Le abrí la puerta, se le iban a salir los ojos al verme en toalla.
-Venga entra.-Dije riéndome algo avergonzada.Entró y se sentó en mi cama.
-Te podes quedar así eh, yo no tengo ningún problema.-Dijo con una sonrisa pícara.
-Eres idiota.-Me metí de nuevo en el cuarto de baño para ponerme la ropa.
-¿Queres que te ayude a abrocharte el brasier?.-Dijo elevando un poco la voz mientras se reía.Salí del cuarto de baño ya vestida con un secador y un peine en cada mano.
-No hace falta, pero puedes secarme y peinarme el pelo.-Dije con una sonrisa.

Enseguida se levantó y empezó a peinar y secar mi pelo, de fondo puse música.

-Tenes un pelo re lindo, nunca te lo dije pero me fascina.-
-No sé si cortármelo.-
-¿Posta? Tu pelo está bien lindo así de largo, se puede jalar sin problemas.-Dijo con una sonrisa pícara mientras agarraba con suavidad mi pelo.Me giré y quedamos cara a cara.Mateo no paraba de mirar mis labios.
-Bésame pelotuda.-Dijo él mientras dejaba el secador y el peine en el lavamanos.
-Hazlo tú.-
-Si lo hago yo se me va a ir.-Tras decir eso se mordió el labio.
-Me dan igual las consecuencias.-

Me besó como nunca, una fuerza y pasión que nunca había sentido.Sentí electricidad por todo el cuerpo mientras que Mateo me agarraba con mucha intensidad por la cadera.Me levantó agarrándome por la cadera y me apoyó contra el lavamanos.La pasión y el deseo siguió aumentando, al igual que el calor.La ropa comenzó a estorbar y Mateo se quitó su camiseta y me quito la mía.

Sus besos bajaron de mi boca hasta mi cuello.Yo tocaba toda su espalda, porque Mateo no me dejaba besarle a él.Con sus manos recorría todo mi cuerpo, como si quisiera aprendérselo de memoria.

Cada vez la respiración de ambos se volvía más agitada, quien podría decir que con unos besos podríamos llegar a ese nivel.

Me agarró de nuevo y me llevó hasta la cama, me tumbo con delicadeza quedando él encima mía.Su mano derecha comenzó a bajar hasta que pegaron a la puerta.

-Me van a reñir por estar aquí.-Mateo bufó mientras se levantaba y ponía cara de disgustado.
-Dame la camiseta y métete en el cuarto de baño.-Dije con una sonrisa.
-Si preguntan por mi no estoy.-Dijo riéndose mientras me guiñaba un ojo y me lanzaba la camiseta.

-Ya voy.-Dije en voz alta, al abrir había un chico alto, no lo conocía de nada.Cuando me vio le cambió la cara.
-Hola soy Javier, pero llámame Bnet..-
-Buenas, soy Ada, ¿qué quieres?.-Dije junto a una sonrisa.
-Peligro me dijo que Trueno estaría por aquí.-
-No está, se fue hace rato.-
-¿Eres su novia?.-
-No, soy su amiga.-Dije dudosa.
-Puede sonar bastante precipitado pero, ¿te gustaría venir a cenar conmigo esta noche?, es la única que tengo libre y me pareciste bastante guapa.-Dijo mientras se agachaba para intentar estar a la altura de mi cara.
-Yo... .-No sabía que decir hasta que apareció Mateo mientras se ponía enfrente mía.
-Lo sabía, venga Romeo que tenemos que hacer entrevistas.-Dijo Bnet con una pequeña sonrisa.Aunque realmente parecía algo forzada.
-Sos un gil.-Dijo Mateo mientras se reía y se chocaban las manos.
-Bueno venga, te esperamos en la habitación.-Bnet se fue y Mateo y yo nos echamos a reír.
-Es súper buena onda ese pibe.-Dijo Mateo.
-Ya veo.-Sonreí.Mateo me agarró de las caderas y me dio un beso.
-Por cierto, esto no se queda aquí.-Sonrió y se fue de la habitación cerrando mi puerta con delicadeza.

Me tendí en mi cama pensando en lo que había sucedido.Era bastante obvio que me tenía más que enamorada.
Pero mi miedo era que mi sentimiento no fuera verdaderamente mutuo.
Mateo era así con todas, pícaro y lanzado, pero cuando me estuvo peinando el pelo con esa delicadeza, sentí que podríamos ser una pareja.
Aunque realmente podía sonar una locura para él, nunca se había enamorado y siempre había sido él rompe corazones.En el amor tenía una imagen muy negativa sobre él, pero eso no me quitaba las ganas de ser su novia.

Decidí acostarme, ya que mañana tenía que madrugar para recoger a mi mejor amiga de la estación.Iba a venir a verme y a echar unos días aquí en Madrid, también iba a ver la Redbull.

Mi Tormenta Favorita.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora