Había un muchacho que vivía condenado a vivir para siempre y no solo eso, sino que amaría a una sola persona para siempre; esta nacería, crecería y moriría en un ciclo eterno y el muchacho la esperaría, la amaría y la vería morir.
y cada vez que se encontraban era algo maravilloso, vivían sus días como si no supieran lo desdichados que eran o quizás sí lo sabían, quizás solo eran dos personas desdichadas que se amaban de una manera sumamente excepcional sin temor a nada, claro que eso no duró pues el muchacho volvió a estar solo porque la persona que amaba había muerto de nuevo y siempre le pasaba que cuando se encontraban el olvidaba el hecho de que estaba condenado a sufrir su pérdida.
El muchacho no podía hacer nada e intentaba no cruzarse con esa persona ya que sospechaba que cada vez que se encontraban atraía un poco más a la muerte a la vida de esa persona, imagina lo que debe de sentirse saber que solo puedes amar a una persona en todo el mundo y que no puedas estar a su lado, pero el muchacho no lloraba puesto que sabía que su decisión era la mejor para la persona que amaba, él sabía que era su perdición y que esa persona era la suya sabía que lo devastaría perderla una vez más así que mantuvo su distancia.
...
En un parque una chica lloraba junto a su novio el cual contaba dicha historia, él estaba tan metido en la historia que no se había dado cuenta de que la chica estaba llorando hasta que escuchó un sollozo y se giró para mirarla y ella lo abrazo fuertemente enterrando su cabeza en su pecho.
- ¿Por qué lloras? es él quien debería de estar llorando -dijo y ella lo abrazó con más fuerza.
-lloró porque sé que él no puede, imagina lo triste que debe ser su vida, encontrarlo, amarlo, perderlo, encontrarlo y que ya no te recuerde, amarlo y perderlo de nuevo una y otra y otra vez cada siglo y cada vida de nuevo y no poder morir jamás y vivir para perderlo de nuevo debe de ser un castigo...un martirio. - dijo la chica y el chico la abrazo y miro a la distancia donde el siempre miraba como si buscara algo que no encontraba.
- ¿Cómo sabes esta historia? - pregunto la chica aun pegada a su pecho.
- no lo sé-dijo él aun con la mirada perdida.
-¿Cómo que no lo sabes? - dijo ella separándose un poco para mirarlo a la cara.
-¿olvidas cómo comenzó esta conversación? te dije que recordaba una historia muy vieja pero que no sabía quién me la había contado.
-cierto- dijo la chica, pero el chico no la estaba mirando en ese momento él miraba a la distancia a un joven desconocido que lo observaba y por un momento dejó de buscar con la mirada como él siempre lo hacía y se quedó mirándolo fijamente y una lágrima cayó por su mejilla sin entender por qué.
- ¿Por qué lloras? - pregunto esta vez la chica.
-yo...yo...no lo sé- se giró a mirarla con los ojos empapados en lágrimas y volvió a girar para ver al joven, pero este ya no estaba lo que hizo que estallara en sollozos y su novia lo abrazo más fuerte.
-está bien, todo está bien- dijo intentando tranquilizar a su novio fallidamente pues este sentía un inmenso dolor dentro de él como si lo desgarrará por dentro, como si estuviera sufriendo tanto, como si no pudiese más, como si no pudiera respirar y sentía como si se estuviera ahogando.
porque si, ambos estaban condenados a sufrir, cerca o lejos no hay diferencia.
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Mis poesías
Poesíason solo mis poesías y uno que otro cuento, son mis escritos, pensamientos, cosas mías, cosas tuyas, cosas de nosotros, cosas que tal vez si tengo suerte puedan llegarte al corazón o al menos a la mente. que tu mente pueda comprender mi cabeza, mi p...