Pov Juliana
Levanté un poco el pie izquierdo, tratando de no afincarlo mucho al caminar mientras subía al auto, estoy en estado de shock. O eso creo, ya no siento el dolor punzante de mi pie al pisar aquel trozo de cristal, ahora sólo voy pensando en las palabras de mi suegro. “Lupe no está bien” eso fue lo último que recuerdo que él dijo y no lo entiendo. Ella estaba bien en la mañana, me dijo que se sentía de maravilla y que estaba empezando a sentirse con más ánimo. Por eso me es difícil entender que cambió… ¿Qué ha pasado?
_déjame ver la herida, por favor_ escuché que dijo Val, tomando mi mano. Pero sólo negué, creo a todos se les ha ido la peda, y León conduce demasiado rápido, tanto que estoy empezando a asustarme. Lo bueno es que el hospital no está muy lejos. De hecho, ya estamos llegando, por suerte _ Juls, déjame ver_
_ ¿Qué vas a ver? Vamos en movimiento, no puedo levantar mi pierna por esta gran panza y lo más probable es que mi madre se esté muriendo, así que perder un poco de sangre es lo de menos en estos momentos_ inhalé aire, suspirando al instante que nos detuvimos, ni siquiera me di cuenta de cuando salí casi huyendo del auto, entrando al hospital e ignorando los llamados de Val. Fui directamente hacia la habitación, encontrando a mi padre con la cabeza enterrada en el cuello de mi madre, sentí un nudo en la garganta, mis manos comenzaron a temblar, puedo sentir el sudor bajar por mi frente por todo el esfuerzo que hice, traer a tres hijos en el vientre conlleva un gran trabajo_ ¿Ella ha?_ quise preguntar sin poder terminar la pregunta, el Chino levantó la cabeza mientras asentía y se limpiaba las lágrimas, tragué seco pasando por su lado y acostándome en una esquina de la camilla, dejando descansar mi rostro en el pecho de mi madre. Aún no puedo asimilarlo, no puedo procesar todo esto.
_ Cariño, ella estaba muy mal y lo sabías, el tratamiento no estaba funcionando_ dijo mi papá, colocando una mano encima de mi hombro, negué varias veces aguantando mis lágrimas.
_ No lo sabía, pensé que estaba mejor, yo_ miré el rostro pálido de mi mamá, el doctor me está haciendo señas de que hay que sacarla de la habitación, pero lo estoy ignorando_ no me dejaste despedirme de ti, hubieras esperado cinco segundos mamá. Tenías que esperarme, tenías que decirme que no estaba funcionando_ le dije en un hilo de voz.
_ Quería que la vieras feliz, que te llevaras ese recuerdo_ dijo Val, pasando su mano por el pelo de mi mamá, levanté el rostro confundida por su palabras. Como si ella hubiera sabido que si estaba mal.
Limpié mis lágrimas, mientras me levantaba de la camilla, por fin dejando que se la lleven de la habitación, vi como la pasaban a otra camilla y la sacaban a toda prisa_ ¿Sabías de esto? Pude estar más tiempo con ella, y me dejaste ir de fiesta hoy, pude haber estado aquí. ¡Por Dios!_ grité exasperada_ ¡Pude estar aquí Valentina! ¡y me quitaste la oportunidad!_
Ella sólo asiente, mientras llora sin parar, e intentó acercarse pero me aparté. Echándome hacia atrás_ Créeme, quería decirte. Pero entiende, en su momento me pareció una buena idea y_ levanté mi mano, llevándola directamente hacia su mejilla, puedo sentir el ardor en la palma de mi mano, y la sorpresa en su rostro. Me arrepentí de inmediato.
_ Me quitaste la oportunidad de estar más tiempo con mi mamá, eso…_ respiré profundo, mirando como ella se acariciaba la mejilla, ahora mismo no quiero ni verla_ eso no te lo voy a perdonar_
_ deja de echarle la culpa, que sólo estaba tratando de ayudarte. Al igual que yo ayudé a tu madre, estaba sufriendo_ dijo el chino, colocándose frente a mí_ si, la ayudé a morir. Y si dices una sola palabra de esto, ya sabes lo que puede pasar_
Me dejé caer en la camilla, sintiéndome mareada, a punto de vomitar. Él… él lo hizo… le quitó la vida… ese hijo de su… _ Juls mírame, respira. Trata de respirar, no le hace bien a los bebés_