Pov Juliana
¿Es normal qué me sienta feliz al verla sonreír? Creo que si lo es, porque si ella es feliz. Entonces yo lo soy…
Me encuentro en clases y se siente raro volver, me siento rara, no lo sé. Es como si todos fueran niños y yo más anciana, tal vez es porque estoy embarazada y estos cinco meses de embarazo, parecen de 8… estos tres remolinos no me dejan ni respirar, siento que se incrustan entre mis costillas o tal vez son cosas mías…
sólo espero poder terminar el semestre y graduarme antes de entrar a los siete meses… o por lo menos llegar a terminar el semestre.
_ Señorita le estoy haciendo una pregunta_ fruncí el ceño mirando al maestro, me estaba quedando dormida… pero es que esta clase es demasiado aburrida.
_ Perdón. ¿Qué dijo?_ quise saber sin mucho interés, la verdad es que me vale su clase…
_ Su compañero ya respondió_ me encogí de hombros levantándome de mi asiento para irme en cuanto dijo que ya la clase había terminado, lo agradecí mentalmente. Un minuto más en esa clase, y me hubiese muerto ahí mismo. En verdad que estoy odiando esa clase y lo peor es que es a las siete de la mañana, me cuesta trabajo levantarme a esa hora… y Valentina se empaña en despertarme una hora antes, por suerte es quien me trae y a veces hace un espacio para venir a buscarme, como hoy… me está esperando justo en el parqueo de la Universidad, de pie frente al auto. Vestida de negro, con una cazadora negra que me encanta y esos lentes, me está mirando con una sonrisa de lado… sabe que me la estoy comiendo con la mirada, por lo jodidamente sexy que se ve… por Dios…
_ Deja de mirarme así_ me recriminó en cuanto llegué a su lado, subiendo sus lentes a la cabeza, dejándome ver esos hermosos ojos azules que me vuelven loca_ Juliana no te lo diré otra vez_
Reí entre dientes, pasando mis manos por detrás de su cuello, mi gran panza choca con su abdomen y tengo que hacer un gran esfuerzo para poder besarla_ te miro muy bonito, debes estar agradecida_ rodó los ojos dejando otro beso en mis labios.
_ Pues lo estoy, nadie me ha mirado como tú_ sonreí satisfecha, abrazándola un poco más fuerte_ hoy tengo la tarde libre amor ¿Qué te parece si vamos a comer? y luego vamos al cine, mamá pasará todo el día con Valeria. Así que podemos escaparnos, pasar tiempo a solas_ volví a sonreír, pensando que hacía muchos días estaba pensando en tener al menos tiempo a solas con ella.
Es que con el trabajo, yo con la universidad y las visitas al hospital donde está mi mamá, más Valeria en casa y los padres de Val se la pasan también en casa… pues digamos que este mes no hemos pasado mucho tiempo juntas y la extraño demasiado.
_ Vale, comida y luego vamos al cine, después a la casa, haremos el amor todo el tiempo que tengamos a solas y volveremos a comer, porque me muero de hambre todo el tiempo, más después del sexo_ ella rió, ayudándome a entrar al asiento de copiloto, fruncí el ceño mirando una bolsa que hay justo a mi lado, así que la tomé. Casi soltando un sollozo al ver lo que había dentro, tres pequeños zapatitos de color amarillo, super diminutos. Reí entre lágrimas, sin poder aguantar la emoción.
Habíamos acordado que no íbamos a comprar nada para los bebés, ni siquiera pensar en nombres. Hasta el nacimiento_ ¿Y esto amor?_ le pregunté sin dejar de mirar los zapatos, llenándome de ilusión.
_ Digamos que estuve en la tienda de ropas con Valeria y mamá. Te juro que no me aguanté las ganas de comprarlos, los vi y pensé en nuestros hijos_ me dijo pasando su mano varias veces por mi vientre, y sonriendo ampliamente_ podemos decorar todo a nuestro gusto, comprar la ropa de diferentes colores. No quiero que nuestros hijos crezcan pensando que el rosa y el azul tiene etiquetas, quiero que usen sólo lo que les guste y en cuanto a los nombres, ya no quiero esperar al nacimiento para saber sus sexos. ¿Te parece si en la próxima cita lo averiguamos?_