El Corsario Sombrío

La misión

El clima en el centro de la ciudad es bastante cálido pero el jardín de la mansión a donde acaba de llegar la pareja de jóvenes ingleses es un poco más fresca debido a la sombra producida por las enredaderas.

- Este es João Ferreira, dueño de la fragua que abastece la fortaleza de la ciudad. Es un viejo contacto de el maestro Kyle y descubrió lo que estabamos buscando. El documento está justo aquí en Lisboa. - explica Annabel a James.

- ¿Entonces estuviste en La Habana por nada? - pregunta divertido James.

- No del todo, descubrí que allí está el hombre que espera el documento, un portugués llamado Roberto Veloso, partirá a penas tenga el documento en sus manos.

- ¿Partirá a dónde? - pregunta James.

- Eo documento es la clave. Según me informante eo documento contene o mapa del luga donde se halla uno artefacto de última tecnología que precisa la orden do maestro Kyle. Y ademá la instruccione para su uso preciso. - explica el espía João.

- ¿Y qué es ese artefacto? ¿Para que sirve? - pregunta curiosamente James.

- Me amigo Kyle no compartió esa informazao conmigo. - responde sencillamente João.

- Tampoco conmigo. - niega con la cabeza Anne.

- ¿Y dónde está el documento?

- João dice que el documento está bajo buen resguardo en el despacho del comandante del cuartel de la infantería que se encuentra en el centro de la ciudad. Pero el comandante está en alta mar y se espera que su llegada sea en tres días, hasta que no llegue no habrá posibilidad de entrar.

- ¿Quieres decir que habrá que estar mínimo tres días aquí?

- Así es.

- Después de conseguirlo. ¿Qué hacemos con el documento? - pregunta James.

- Lo llevamos a América, el maestro Kyle me pidió que lo llevaramos a Curazao, allí otro de nuestros contactos decifrará exactamente el contenido del documento, porque seguramente estará cifrado. Su contacto se encargará de hacerle llegar la información necesaria al maestro Kyle y ya él decidirá que hacer luego. - responde Anne.

- Bien. - queda satisfecho James.

- Solo nos queda esperar unos días para tomar acción.

- No me gusta este lugar. - suspira James.

- Lo sé... Pero tendrás que quedarte. - responde burlona la señorita.

Al rato pasan a una habitación privada que tiene un mapa de la ciudad en el centro de una gran mesa. João les indica el lugar donde está situado el antes mencionado cuartel de la infantería y les da algunas sugerencias.

- Yo debería ir. Soy mucho más sigilosa que tú. Nunca sabrán que estuve allí. - le reta Anne a su amigo.

- E una tarea difícil. Eo cuartel está lleno de soldao que montan guardia en toda la esquina. Recordá que no podé fallar o e artefacto será movido de luga y luego será imposible encontrarle. Tené mucho cuidado, son muy valioso ustedes jóvenes. - les dice amablemente João.

- Gracias João. Seguiremos sus consejos. En cuanto a ti salamandra, yo seré quien vaya a por ese documento y no hay discusión, es mi trabajo. El maestro Kyle lo preferirá así, además, mi rango es mayor que el suyo señorita, así que está decidido. - dice dándose importancia James.

- Como digas Don Arrogante. - responde resignada Anne.

Después de almorzar en compañía de João y su familia James y Annabel salen al portón que da a una de las calles principales.

- Bueno, tendremos que pasar tres días en esta ciudad. Más de lo que pensaba. ¿Qué harás ahora? - pregunta James a su amiga.

- João me invitó a quedarme en su casa como huésped de honor durante estos días. - sonríe orgullosa la joven.

- Pues, que bien. ¿Confías realmente en él? - pregunta preocupado James.

- Si, si el maestro Kyle lo hace yo también. ¿Y tú? ¿Qué harás?

- Estaré con mi tripulación. - responde el capitán con seriedad.

- Bueno, pasaré por allí esta noche. - sonríe la joven mientras le da un repentino beso en la mejilla.

- ¿Cómo sabes que me encontrarás? - le pregunta en voz alta James a su amiga que se va alejando entre la gente.

- ¡Siempre lo hago! - le grita sonriendo la joven desde lejos y termina por perderse entre el mar de personas en la calle.