El cofre

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James está oculto detrás de unas cajas de suministros cerca de la entrada del cuartel de infantería de la ciudad de Lisboa. Es de madrugada, la oscuridad del lugar es débilmente disipada por pequeñas antorchas que hay en las esquinas de los pasillos. El hombre acaba de entrar al campamento militar escalando una de las torres bajas sorteando hábilmente la mirada de los guardias.


James estudia por unos tres minutos los movimientos de los guardias, hay una buena cantidad de ellos, así que tendrá que moverse rápido y preciso. Al pasar un par de soldados por delante de él, se pone en marcha rápidamente en la dirección contraria a estos. Ojeadas en cada esquina, cortos sprints y ocultarse en las sombras es una de las cosas que mejor se le da al corsario inglés, por tanto no tiene dificultad en llegar a su objetivo sin ser visto.


El despacho que busca el sigiloso hombre se encuentra custodiado por dos guardias al final de un pasillo cerrado por ambos laterales. Piensa lo más rápido posible y tiene dos opciones, eliminar a los guardias silenciosamente o crear algun tipo de distracción para sacarlos de allí y dar un pequeño rodeo y bajar hasta la puerta del despacho desde el tejado.


Enciende una pequeña bengala y la tira hacia arriba mientras está oculto detrás de la pared de la intersección del pasillo. Los guardias van a inspeccionar corriendo al lugar desde donde ascendió la bengala como previó James. Al doblar la esquina los guardias, el intruso ya está abriendo con una llave maestra el candado de la puerta. No dispone de mucho tiempo, así que comienza a buscar en la habitación el cofre donde se encuentra el documento.


El hombre busca por todos lados pero no aparece ningún cofre. El tiempo se agota, los guardias deben estar al volver y notarán el candado abierto. De pronto nota que en una esquina de una pared hay una diferencia en el color de la mampostería, hace sonar la pared tocando con los nudillos ese lugar y efectivamente suena hueco, automáticamente saca su estoque de acero y atraviesa la pared rompiendo la frágil capa de cemento que oculta un espacio secreto dentro de la pared que contiene un pequeño cofre de madera con cintos metalicos y cerrado con candado. Observa primero el oscuro lugar, primero comprueba que no hay peligro y luego extiende su mano tomando el cofre. Los guardias han llegado a la puerta, se ha demorado más de lo previsto y no tendrá tiempo para escapar sin ser descubierto...


En una desesperada decisión rompe el candado del cofre con un fuerte golpe de su espada, saca el documento guardado en su interior y lo guarda dentro de un bolsillo de su chaleco.


Los guardias entran en la habitación pero no ven a nadie a primera vista, sin embargo en un abrir y cerrar de ojos se abalanza sobre ellos desde detrás de un armario una figura encapuchada. Un guardia apunta al intruso con su rifle, pero este último lo desvía hacia arriba con su mano haciendo que el disparo de en el techo, el intento fallido le cuesta la vida al guardia, quien muere de una estocada en el corazón. El otro guardia tiene a su compañero delante bloqueándole el paso y tiene que agacharse para esquivar el ataque de James, su compañero muerto cae hacia un lado dejándole expuesto y cuando intenta levantarse el asesino le golpea en la cabeza con la guarda de su espada haciéndole caer inconsciente. 


La alarma ya ha sonado, es evidente que el disparo ha sido escuchado...


James sale corriendo pero al llegar a uno de los pasillos tiene que ocultarse detrás de unas cajas pues se acercan patrullas en las dos direcciones. Al pasar delante de él los soldados es evidente que efectivamente hay muchos guardias como dijo João. Será difícil el escape. El tiempo pasa y puede avanzar muy poco hacia la salida por el constante movimiento de las numerosas patrullas de portugueses en busca del intruso en su cuartel.


"Ojalá Henry recuerde lo que le dije o estaremos en serios problemas..." piensa James.


De pronto se escuchan unas explosiones al otro lado del campamento, se ven pasar a la mayoría de los hombres en esa dirección. Es la oportunidad de escapar para James, pero... ¿Qué pasó?


- Pequeña salamandra... - sonríe sarcásticamente James.

El Corsario SombríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora