˗ˋˏ Once ˎˊ˗

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La estruendosa risa del profesor Jeongguk fue escuchada hasta Japón cuando Taehyung soltó aquellas palabras de las que se arrepintió de inmediato. Sus ojos se achinaron y un pálido color combinado con un rojizo tono se hicieron presentes en su piel.

— Taehyung, eres mi alumno.

Aquellas palabras fueron un detonante en sus oídos y en su pequeño y latente corazón. Sus manos se entrelazaron detrás de su espalda y bajo la mirada hasta el piso sin saber que decir o realizar. Estaba pasmado, quería que la tierra se lo comiera y lo escupiera en su habitación, en donde tenía una manta y muchos pañuelos para poder llorar en paz.

— Yo...perdón, las palabras que salieron de mi boca fueron incoherentes. No sabía lo que pasaba por mi cabeza, perdón señor Jeon.

Hablo rápido, sin mucho tartamudeo y con muchas MUCHAS ganas de querer salir corriendo y que Yoongi lo hiciera sentir mejor, o que tal vez lo golpeara por ser tan tonto, cualquiera de las opciones era buena.

Jeongguk suspiró, arqueando la ceja y aguantándose las ganas de reír justo en ese momento.

— Mejor ven a mi oficina.

¿Había oído mal? ¿Había sido una pésima norma de parte de su mente? Había dos opciones:
A) Preguntarle para que lo quería y terminar como to yo si la respuesta era algo obvia. También estaba la opción B, que era solamente seguirlo hacia el lugar y esperar que pasara lo que el quería (algo no muy claro pero que ronda su cabeza todas las noches antes de dormir)

Pero bueno, para Taehyung que no pensaba mucho antes de decir las cosas, se fue por la primera opción.

— ¿Para qué?

— Bueno Taehyung, has estado aquí unos cinco minutos o un poco más de tiempo, así que te daré tu justificante para poder entrar a tu siguiente clase.

Y si, quedo como un tonto al pensar que Jeongguk tenía otra intención, pero bueno, todavía no perdía la dignidad del todo.

— De acuerdo.

Fueron sus últimas palabras antes de que Jeon se diera la vuelta y caminara hacia su oficina con paso lento. Realmente no tenía ganas de ir a clases y mucho menos a matemáticas, era un asco en eso ¿a el de que le serviría calcular la altura de no se qué para no se qué?

Y ahí estaba, en la oficina del profesor Jeon mientras este escribía en el típico papelito como justificante del retraso en clases. Dio un vistazo rápido por su escritorio.

Una foto se enmarcaba, y ya sabrán de que se trataba. Era Jeongguk cargando a la misma niña de la otra vez en sus brazos. Se veía incluso un poco más joven, pero no menos apuesto. ¿Era su hija? ¿Estaba casado? ¿Se tenía que sentir mal porque le gustaba un hombre casado?

— Es ni sobrina, es linda ¿no?

La suave risa del azabache lo hizo reaccionar de nuevo, alzó la mirada hasta sus brillantes ojos y lo único que pudo hacer fue asentir con la cabeza. Sintió la sangre subir hasta sus mejillas nuevamente hasta que sintió el calor inundándolo por la vergüenza de ser atrapado como un niño pequeño. Se había quedado perplejo al ver la foto.

— Aquí tienes tu justificante, en caso de que no te dejen entrar a la clase me dices. Sabes que te puedo ayudar con eso.

Frunció su ceño un poco, tratando de no recordar el rumor del profesor Jeon con la profesora de matemáticas. Supuestamente estaban saliendo, es por eso que de vez en cuando se quedaban juntos hasta tarde. Y que tinto, ya lo había recordado.

— Gracias profesor Jeon.

Le dio una leve sonrisa mientras tomaba el pequeño papel de color amarillo, rozando su mano levemente. Agh, quería morir en ese precisamente momento.

— Claro.

Taehyung se dio la vuelta, esperando a estar un poco más lejos para poder soltar el suspiro que tenía preparado desde hace un largo rato. Definitivamente si un jitomate fuera una persona, sería Taehyung.

— Y Taehyung...

La voz de Jeongguk le llamó la atención de nuevo, giro si cabeza levemente, lo suficiente para verlo. Alzó las cejas, esperando a que el azabache continuara con lo que se supone que le diría después.

Jeongguk solo pensaba en si realmente diría lo que tenía planeado. Seguramente se arrepentiría después, pero vida solo hay una y aún era joven.

— Que seas mi alumno no te impide nada.

Un guiño de ojo y una brillante sonrisa fue lo último que vio el castaño antes de que la puerta de la oficina se cerrara ante sus ojos.
No supo por cuánto tiempo se quedó parado sin hacer nada, simplemente en shock por lo dicho anteriormente ¿había escuchado mal? ¿enserio le había guiñado el ojo?

Mientras Taehyung se encontraba anonadado, Jeongguk estaba arrepintiéndose de inmediato por lo que había dicho. Si, Taehyung era lindo y todo, pero a final de cuentas era menor de edad y se podía meter en un problema legal si no todo sabía como se lo esperaba; sin embargo el recordar la bonita cara de Taehyung no le ayudaba a pensar con claridad.

Y bueno, regresando con el castaño torpe, lo único que pasaba es que si boca se abrió mientras comenzaba a caminar hacia la clase de matemáticas, ignorando los leves empujones de la gente en los pasillos por estar caminando tan lento y tan descuidadamente. Eso se lo tenía que contar a Yoongi de inmediato.

Solo esperaba llegar a clase y no desmayarse en el intento.

🧿

Heyy, regresé después de un largo semestre y unas cuantas vacaciones. Si es que todavía están leyendo esto, quiero agradecerles por esperar tanto jaja

Perdón por las faltas de ortografía.

Perdón por las faltas de ortografía

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⏰ Última actualización: Jan 03, 2020 ⏰

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TEACHER; KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora