Flower - Black Clover.

Felicidad.

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Todo el mundo se extraño al ver al chico invalido caminar, lo consideraban un milagro. Sin embargo, muchos lo observaban con desconfianza, especialmente los mas cércanos a el. Ya que considerando la asombrosa recuperación del menor, fue muy obvio que fue atendido en el mejor hospital de la ciudad.

Y eso era un problema porque no era un secreto para nadie, saber que el cenizo vivía en un edificio conocido por la cantidad absurda de crímenes que sucedían en el mismo. Por lo cual, la renta era bastante accesible para el chico. Era huérfano, pero abandono el orfanato cuando cumplió 16.

Hubo momentos en los que ni siquiera tenia dinero para comprar comida, y su trabajo de medio tiempo le daba lo suficiente para sobrevivir al día. El sabia que podía ir a la iglesia que le ofreció un hogar, pero no quería aceptar.

Tan orgulloso, queriendo valerse por si mismo. Incluso sin tener alguna oportunidad, Asta parece ser del tipo que busca alcanzar lo imposible. Y hoy lo ha logrado.

Aunque el costo todavía nadie lo sabe.

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Corriendo sin la intención de detenerse, sudando al punto de empapar su ropa, cada parte de su cuerpo dolía. Pero no era suficiente, perdió diez años y planeaba recuperar cada segundo de estos.

En su corta mente todo fue un milagro, Dios lo había escuchado, por fin lo había escuchado. La verdad era bastante desalentadora, y el prefería engañarse a si mismo antes de aceptar la realidad. Se esforzó por olvidar todo lo sucedido ayer, el no cometió tal insolencia a Dios.

Asta era un tipo religioso, lo que es comprensible ya que se crio en un entorno donde era hasta un insulto no creer. Por lo que, realmente le dolía saber que cometió tal pecado.

Deseaba tanto caminar, trabajo horas extra durante años solo para pagar sus inútiles terapias. Cuando Langris lo lanzo por las escaleras, por un instante creyó que no podía hundirse mas. Y solo tenia que bajar la mirada, para caer por completo. Dejo de creer, por demasiado tiempo hasta para el.

"Es un milagro, esta es la prueba de mi fe" se repite a si mismo cuando cree que caerá. No piensa dejar de correr, si alguien lo atropella, seria lo mejor. Pasan las horas y pese a tener una resistencia sombrosa, finalmente cae.

- Falte al trabajo - dice con la respiración agitada, ya después se encargara de ese asunto. Por ahora debe centrarse en comer algo.

Se levanta con dificultad, el cuerpo entero le duele, lo peor es que es su culpa. Continua su camino y llega a la iglesia que esta al lado del edificio donde vive, le parece gracioso que dentro de tanta oscuridad exista este pequeño farol.

Duda en entrar, no se siente el mas digno. Como es de esperar, regresa a su camino y se dirige a su hogar. Siente asco de su propia existencia, se niega a vivir en la mentira y cuando entra a su departamento, acepta su pecado.

Va al baño, y llena la tina con agua caliente, le sorprende que aun pueda permitirse el pequeño lujo de tener agua caliente. Se desviste y finalmente entra.

Hunde lentamente su cabeza, sabe que no esta pensando con claridad. Pero esto es demasiado, no le sirve poder caminar si tuvo que recurrir a un demonio. Aunque pensándolo bien, el nunca le pidió caminar.

Ese demonio de cabello negro tomo la decisión sin contar con su consentimiento, el no cometió ningún acto desagradable. El es la victima ¿verdad?

Asta esta furioso, y con una actitud propia de el. Sale de la bañera y trata de vestirse lo mas rápido posible. Pero de nuevo es arrastrado al fondo.

En cuestión de segundos pierde la conciencia, no sin antes volver a ver esa cabellera azabache.

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