Tiempo. (Parte 1)

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Se sentía bastante confundido, todos sus compañeros eran indiferentes al respecto; y eso solo le hacía sentirse más raro con el tema. No sabían absolutamente nada sobre el paradero de Yuno, tampoco parecía importarles o mínimo tratar de buscarlo.

Y es aquí donde nuestro protagonista tiene sentimientos encontrados, porque y aunque no lo demuestre; se encuentra terriblemente preocupado por este. No se atrevía a preguntar por el azabache debido a que no es ningún secreto que no es del agrado de sus compañeros, ni siquiera a él le agrada. Pero sigue siendo parte del grupo.

El primer mes ni siquiera sintió la necesidad de preguntar por este, entrenar lo llevaba hasta límites que nunca creyó cruzar; y por lo tanto, no tenía mucho tiempo para pensar. Sin embargo, conforme pasaban las semanas más se acostumbraba a superar sus límites.

Una noche soñó con el demonio, y despertó sumamente alterado. Reflexionó sobre ese hecho para llegar a la conclusión de que lo extrañaba, por muy extraño que parezca, necesitaba volver a ver ese rostro inexpresivo.

Al segundo mes no pudo dejar de pensar en su ubicación, Yuno parecía ser alguien experimentado que rara vez necesitaba ayuda. Pero al no tener mana hasta alguien tan confiado como él quedaría reducido a un simple humano al igual que Asta, y eso solo hizo al cenizo estremecer.

Zora les había hecho un mapa con los puntos claves para el rescate de su capitán y el menor seguía con su cabeza en las nubes, eso era malo para el plan; Asta lo sabía y aún así no pudo evitar preocuparse por el otro. Su entrenamiento seguía igual, tal vez no trataba de superar sus límites pero tampoco quería ser una carga.

Y al tercer mes explotó.

Fue un día tan común como los demás, el chico había terminado su sesión habitual de entrenamiento y sólo charlaba con su amigo demonio. Se encontraban en la cocina del lugar, como siempre Swing preparaba con esmero un aperitivo para el más bajo. Asta agradecía ese pequeño gesto por parte del yakuza, mientras esperaba habló sobre temas irrelevantes para entretener a su acompañante.

Y entonces, sin ninguna razón aparente recordó al azabache y sus ánimos se fueron por los suelos. El contrario lo notó y antes de preguntar Asta se adelantó.

- ¿No te preocupa que Yuno no haya aparecido? - dijo sin pensar, fue como si las palabras solo salieran antes de procesarlas.

Magna sólo se quedó en silencio, le dio la espalda al humano y siguió cocinando. En realidad no quería que él cenizo viera su rostro rojo por la vergüenza, el mayor incluso había olvidado la existencia de aquel ser.

- Siendo honesto, nunca me preocupó su bienestar - se sincero aún de espaldas - Digo, es bastante atractivo pero eso es lo único bueno que puedo decir de él - dio la vuelta y encaró al chico, dejó el plato con comida frente a este.

Asta comenzó a comer mientras pensaba en su siguiente pregunta, pero no quería cambiar el tema; porque no podían dejar a un compañero a su suerte. Al menos él no se lo perdonaría.

- Pero es gracias a Yuno que ahora estamos aquí - argumentó mientras tomaba un poco de agua - Ya sabes, si no hubiésemos avanzado al tercer nivel; nunca habríamos conocido al capitán Yami - el contrario se limitó a sentarse frente al menor.

- Pudimos haber cruzado fácilmente sin su ayuda - respondió sin darle muchas vueltas al asunto - Además ¿Olvidaste que él te lanzó a luchar contra un demonio sin tener ningún conocimiento en batalla? - ante esa pregunta Asta desvío un poco la mirada.

- Pero este es su plan, nosotros no podríamos subir al nivel 0 solos - respondió sin contestar la pregunta del mayor.

Por supuesto que lo recordaba, cada vez que piensa en el azabache sólo le llegan recuerdos acerca de todo el daño que le ha provocado. No planeaba perdonarlo, sin embargo, al menos quería que su muerte sirviese para algo.

Flower - Black Clover.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora