Our Kingdom (Daniel Seavey)

Parte 9

Daniel (el día anterior)

- A ver que me quede claro Daniel, ¿quieres que antes de volver a Los Angeles vayamos a Barcelona para que hables con una fan? -preguntó Jonah.

Yo me limité a asentir y añadí:

- No es solo una fan, es mi amiga.

- Una amiga que conoces desde cuando?

- Casi una semana -respondí.

- A mi me parece bien, España es muy bonita, no me importaría volver -dijo Corbyn.

Le dediqué una sonrisa amigable agradeciéndole que estuviera de mi lado.

- A mi tampoco me importaría, no es que nos arruine mucho el trayecto el ir allí -se unió Jack.

- Yo estoy de acuerdo -concluyó Zach

Ya no me sentía tan nervioso.

- Pero si yo no digo que no quiera ir, yo solo quiero que estés seguro de lo que haces, Daniel -aclaró Jonah.

- Segurísimo -dije contento.

Hablé con Jon y todos los del equipo. Me costó mucho, pero accedieron.

Estaba muy contento. Iba a poder ver a Emma otra vez. Había hablado muchísimo con ella durante esos días. Era como si la conociera de toda la vida.

Unas horas después

- Ya veréis. Os va a caer genial. Es una chica muy interesante. Sus gustos son geniales. Su vida es genial. Ella es genial!

Todos me miraron sorprendidos.

- Quiero decir... -intenté arreglar.

- Sabemos lo que quieres decir Seavey, pero si no te importa, estamos aterrizando y tengo la cabeza un poco loca y si no te callas un poquito vomitaré sobre tu regazo, amigo -dijo Jack.

Yo reí y levanté las manos rindiéndome.

Ya estábamos en la plaza. Habíamos llegado antes de la hora que le dije a Emma.

Minutos después me mandó un mensaje diciendo que ya estaba allí. Tenía todo el plan listo. Le había contado todo a Jon. Y yo estaba muy emocionado y nervioso. Quería darle una sorpresa y no podía parar de pensar en las miles de formas que podría reaccionar ella al verme.

Ella estaba sentada en un banco. Jon iba a hablar con ella. Los vi hablando y vi la señal que tenía que hacerme Jon para que me colocara en mi puesto. Los chicos me habían ayudado bastante con este plan, pues mi idea era presentarme yo directamente.

Los chicos me desearon suerte y me coloqué detrás de Emma, con cuidado que sus padres no se dieran cuenta de mi presencia. Ya estaba en mi puesto.

Cuando acabaron de hablar, cosa que duró poco rato, vi como Emma se iba girando poco a poco.

Cuando por fin me vio, puse un sonrisa inocente. Ella no reaccionaba. Me acerqué a ella para que diera señales de vida. Seguía sin moverse.

Una vez delante suyo, la llamé. Ella sacudió la cabeza, me miró, y se lanzó a abrazarme, cosa que yo acepté encantado.

Sentir otra vez ese abrazo... Ese abrazo que solo Emma puede dar... Me sentía en las nubes.

El abrazo duró alrededor de 50 segundos literalmente. No teníamos prisa por romper ese mágico momento. Dos grandes (y recientes) amigos se habían reencontrado.  

💚