Our Kingdom (Daniel Seavey)

Parte 5

Emma

Durante los siguientes tres días estuve hablando con Daniel casi todo el día. Yo estaba un poco en shock todavía, me daba vergüenza hablarle por si estaba ocupado o algo. Porque la verdad, él es Daniel Seavey y yo soy yo. Por eso me extrañaba que siguiera hablando conmigo, al fin y al cabo, soy una fan normal y corriente.

@seaveydaniel

¿Practicas deporte? No quiero parecer acosador pero la mayoría de tus historias parecen que sean en un gimnasio.

Bueno, hago boxeo prácticamente casi cada día pero nada del otro mundo.

Mola.

¿Cómo va el tour?

Pues la semana que viene debemos volver a Los Ángeles, así que nos quedan tres conciertos esta semana, pero todo va genial.

Me alegro.

Hay una gran cantidad de conversaciones así.

En cuanto a Alicia seguíamos hablando, tanto que ya éramos casi mejores amigas. Ese mismo día había quedado con ella.

Quedamos en un parque, y anduvimos y hablamos por una hora.

- Tengo hambre.

- Wowowowow, detente, ¿Cómo lo has hecho?- dijo Alicia

- ¿Te has dado cuenta ahora?

- ¿De qué?

Levanté mi mano mostrando mi móvil. Ella rápidamente buscó en sus bolsillos y no encontró nada.

- ¡Me has robado mi móvil!

- Tienes suerte de que haya sido yo...

Se lo devolví.

- Me refería a cómo has sabido que tengo hambre.

- ¿Tienes hambre? -pregunté.

- Sip.

- No se hable más. -dije y nos dirigimos a una cafetería.

· · ·

Una vez en la cafetería, pedimos nuestra merienda. Alicia pidió un café con leche y un pequeño croissant, yo en cambio, pedí una botella de agua y un paquete de pan de pipas. Después, fuimos a una mesa bastante alejada de las demás para poder hablar tranquilamente.

- Eres muy rara -dije mientras me sentaba.

- Habló quien pudo -soltó Alicia molesta.

- ¡Yo no soy rara!

- Entonces, ¿Por qué lo soy yo?

- Porque meriendas lo mismo que mis padres desayunan.

Alicia se hizo a sí misma un facepalm.

- ¿Sabes?, en realidad estoy desayunando con tu novio.

La miré confusa.

- Él, mejor dicho, tu novio ahora debe estar desayunando. -dijo.

- Error. Todavía no están en Los Ángeles, y si lo que quieres es que me sonroje porque lo llamas mi novio, estás muy equivocada.

Hubo un largo silencio. Las dos nos mirábamos sin pestañear.

- No es mi novio, es mi marido.

Las dos estallamos en risas.

- Entonces, ¿Seguro que no es tu novio?

- Ojalá -susurré apoyando mis manos en mi barbilla volviendo a la realidad.

Las dos volvimos a reír.

- Pero, ¿Aún habláis?

Asentí mientras bebía el agua.

- La verdad es que él habla más, o sea, él inicia la mayoría de conversaciones.

- Y, ¿Por qué no las inicias tú?

- Pues porque no sé qué estará haciendo en ese momento y no quiero molestarle. Y también es que hay una parte de mí que me dice que se cansará de mí y me olvidará.

- Primero, ¿no le hablas por miedo a molestarle? -asentí- Emma, ¿no crees que el pensará lo mismo? -alcé mis hombros dudosa- Y segundo, ¿que se cansará de ti? Que yo sepa los chicos de Why Don't We no les piden el Instagram a cualquier fan.

Iba a contestarle cuando de repente mi móvil me avisó de una nueva notificación.

- Te contesto cuando descubra quién es.

Ella asintió.

- ¿E-Emma? Jajaja estás congelada jaja vaya cara... espera, ¿es él?

Asentí lentamente.

@seaveydaniel

Holaaa, verás, desde que nos vimos he tenido bastante trabajo y no he podido hacer muchas cosas, pero acabo de acabar de leer la libreta que me diste y en cuanto la he acabado solo podía ir y hablar contigo. Tienes mucho talento Emma, esas palabras... conmueven mucho, te juro que estoy a punto de llorar. ¿Puedo llamarte?

Wow Daniel, no sé qué decir

Pero sí, ahora puedo hablar, solo te pido unos minutos y te llamo

Perfecto :)

- ¡Alicia!

- ¡Emma!

Le mostré la conversación y empezó a gritar, yo le seguí.

- Vale, mejor nos callamos porque nos está mirando todo el mundo.

- ¿Le vas a llamar?

- Obvio, ya se lo he dicho.

Pedimos la cuenta y salimos. Nos dirigimos a un banco que había debajo de un árbol, parecía que allí había tranquilidad.

- ¿Estás preparada? -preguntó Alicia emocionada.

- Noup.

Entré en el chat de Daniel y antes de arrepentirme, grité para sacar todos los nervios y lo llamé.

- ¡Hola Daniel!

- Hola Emma...