La vida suele ser complicada, la universidad un estrés, y las relaciones amorosas un pequeño dolor de cabeza. Sumado a esto, lidiar con seis alfas que se proclaman como tus destinados, despidiendo aromas que no puedes siquiera oler... y la danza de...
Un perezoso bostezo le hizo cerrar los ojos, encoger los hombros e incluso refregarse el rostro, sintiendo como el cansancio tomaba posesión de su cuerpo de a poco.
El sonido de la televisión encendida con algún programa poco relevante que veía por mero aburrimiento, se escuchaba levemente opacado por el sonido ágil de las gotas de lluvia cayendo sin cesar, aun con los ojos cerrados volteo en dirección de la venta, mientras las suaves sabanas debajo de el y la mullida almohada hacían también un leve sonido que acariciaba sus oídos cada que se movía.
Abrió los ojos entonces, viendo la ventana empañándose de a poco dejando salir un suspiro, sin demasiado ánimo, pero sintiéndose tan cómodo justo ahí.
La pequeña lluvia llevaba ya un largo rato y lo que parecía ser solo una simple llovizna, pronto se había convertido en una lluvia torrencial, a la que, si bien no podía poder queja alguna, podía decir que le daba más motivos para quedarse en casa y eso podría no ser un problema cualquier otro día, pero no ese preciso, porque en menos de una hora debía ir a clases y sinceramente, aquello no le daba demasiado ánimo.
-Debería bañarme... - Fue el murmullo que soltó apegándose más a su almohada, con la leve esperanza de animarse a si mismo. No lo consiguió del todo. - Pero me di un baño anoche...- Se contestó a sí mismo frunciendo el ceño, cerrando los ojos unos segundos más. Hablar consigo mismo era un hábito que no era extraño para YoonGi, desde pequeño lo hacía, se decía que era completamente sano hacerlo e incluso, el mismo profesor Choi, de psicología, lo había mencionado alguna vez, sin embargo, a veces pensaba que quizás no era del todo normal hacerlo, es decir, se debía tener un buen nivel de soledad para hacerlo la mayor parte del tiempo.
No era que YoonGi fuese un aislado totalmente, solo que, desde que ingresó a la universidad su nivel de amistades había disminuido de manera considerable, conocía a varias personas y se topaba con otras muchas con las que ya había recibido alguna clase, pero no iba más allá de un par de diálogos amables y hacer equipos de trabajo.
No se había molestado realmente por hacer amigos. ¿Era extraño decir que un profesor había sido lo más cercano a un amigo en lo que llevaba de carrera?, deseo pensar que no, después de todo, solo era otro alfa.
Rodo sobre su cuerpo, envolviéndose a sí mismo en la cálida sabana, dejando de lado la almohada y estirando lo mas que pudo su cuerpo, abrió y cerro la boca, salivando un poco, entonces estiro una de sus manos hacia un lado, específicamente debajo de una de las demás almohadas, de las muchas que gustaba tener en su cama, encontró su celular y encendió la pantalla para verificar la hora.
De acuerdo, quizás había estado divagando un poco demás, porque faltaban menos de cuarenta minutos para que diesen las once de la mañana y el seguía ahí acostado deseando, que de alguna manera, se anunciara la suspencion de clases por la lluvia, que parecía no ceder porque se escuchaba mas fuerte.
-Uh, ¿realmente es importante la puntualidad? - Y allí iba de nuevo.
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