Capitulo 20

18.3K 1.2K 122
                                    

-¿¡Puedes detenerte!?

De vuelta a la ciudad Aren ha decidido guardar algún tipo de "voto de silencio".

¿Como puede decirme lo que me dijo y ahora quedarse callado? ¿Es que a caso se pesaba que yo no iba a insistir sobre ello?

-¡Aren!

-¡Ahora no! -gruñe deteniendo su paso. -Todo a su tiempo, así que deja de perseguirme y búscate algo para hacer. Eres esclava, así que sirve.

-Soy tu esclava, no la de todo el maldito continente.

-Entonces acata mi jodida orden y deja de seguirme, no vas a obtener nada mas de lo que te he dado hasta ahora. 

-¿Por que te conviertes en un idiota siempre después de acostarnos?

-¿Es que a caso no te dejé en claro que eso pasaría? Lo hice y aun así tu sigues cediendo ante mi. ¿Te he obligado?

-No.

-Entonces no tienes nada que reprocharme. -dice dejándome atrás retomando su camino.

¿A donde va? No lo se, no conozco este lugar pero parece que he llamado la atención de todo el mundo al acompañar a Aren.

Me miran, pero no de una manera despectiva como lo harían en Rigues. ¿Por que este sitio parece el lugar mas perfecto en el mundo? 

No es que haya viajado mucho, pero jamas me imagine Agar de esta manera, me gusta, y si, me quedaría a vivir aquí.

¿Y ahora donde voy? 

Está anocheciendo y estoy mas que perdida obviamente. ¡Maldito Aren! No debí hacerle caso, debí seguir a Esme y Andrei.

-Eh, ramera.

¿Eso fue dirigido a mi? Estoy por estallar, girarme y golpear a la persona que se, permanece a mi espalda. Noto su cercanía y que decir sobe la sombra que gracias a la ciudad ahora iluminada por el fuego, se refleja sobre el suelo.

Cuando mi cuerpo gira para enfrentar a la persona que acaba de llamarme ramera, lo que menos esperaba es ahora recibirlo con una enorme sonrisa que se forma sobre mis labios. 

-¡Davide! -abrazo su cuerpo tomándolo totalmente desprevenido y ríe mientras sus brazos rodean mi cuerpo. 

-¿Así de cariñosa te pones al llamarte ramera?

-Sobre eso. -me aparto de el y golpeo su brazo son mi puño haciéndolo reír mas fuerte. 

-Tu lo dijiste. ¿O es que es tu noche libre? 

-Ese no es el tema. ¿¡Que haces aquí!? No me entiendas mal, ya viste, me alegra verte, mas teniendo en cuenta que estoy perdida y no se llegar a la casa de Andrei.

-Yo te llevaré, me conozco este lugar como la palma de mi mano. Que es obvio teniendo en cuenta que vivo aquí.

-¿Eres de Agar? Pero...

-Estoy de permiso Lizbeth. Andrei es un buen líder y sus hombres, entre ellos yo, tenemos permisos para volver y ver a la familia. 

-¿Y que piensa Aren sobre eso? -pregunto tomando su brazo y Davide sonríe mientras ambos comenzamos a caminar.

-¿De verdad preguntas eso? Puedes imaginarte lo que piensa, pero Aren no conoce a todos sus soldados. Así que si por un día falta uno, no se dará cuenta. 

-Así que Aren prohibió esto pero Andrei lo permite a sus espaldas.

-Toda amistad tiene brechas y esos dos, son muy diferentes. Y te diré algo, por que eres tu. Solo pensar en esto es traición, pero se que no soy el único y es que Andrei seria el rey perfecto tanto para el Oeste como para el Este. ¿No crees?

The Soulless King © +18 | Alex Høgh AndersenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora