Capitulo 30

15.5K 1K 80
                                    

¿Por que me siento tan extraña? ¿Por que siento que mi cuerpo no me pertenece?

Pero sobre todo, ¿como es que he llegado a este lugar tan oscuro?

Aun con la oscuridad puedo distinguir los arboles que me rodean, pero a parte de eso, no hay sonido alguno que me indique mas vida a parte de la mía.

Mi cuerpo permanece de pie, en este lugar frío y ante esa sensación es cuando miro mis pies descalzos sobre la hierba. Hierba que no consigo ver pero si sentir.

Pero entonces la veo, brillante, y no puedo creer que me encuentre frente a ella. ¿Pero como?

¿Como he llegado frente a la puerta roja?

No quiero atravesarla, no quiero siquiera acercarme a ella, pero quizás sea mi única salida de este lugar.

Así que con la poca valentía que me queda me acerco y empujo la puerta que nada mas mi mano toca esta el lugar cambia por completo y el cielo parece girar sobre si.

Estoy tan maravillada con lo que pasa a mi alrededor que no soy consciente de todo lo que está ocurriendo.

Esto debe ser un sueño, no puede ser real.

El cielo ahora está repleto de estrellas y antorchas iluminan lo que parece ser la entrada al panteón que ahora tengo en frente.

¿Esto estuvo frente a mi todo el tiempo y no pude verlo por la oscuridad? No, no puede ser, este lugar parece otro mundo.

Mis pies descalzos comienzan a moverse hasta sentir la fría piedra del panteón, pero no me detengo y decido adentrarme a este.

Mi curiosidad es tanta que no me importa lo que haya dentro, ni si atentará contra mi vida, solo necesito saber, necesito saber como he llegado aquí y por que.

¡Y vaya! Este lugar es increible, magico.

Pilares enormes aguantan la estructura y estos se encuentran adornados por cortinas doradas como si del hogar de dioses se tratara. Y el techo, proyecta una imagen directa al cielo estrellado por donde una leve brisa hace presencia y mueve ligeramente las cortinas.

Espera...

-¿Hola? ¿Valka?

Pero nadie responde.

Tiene que ser el, debe haberme traído a este lugar de alguna manera. ¿Quien si no tendría acceso a algo tan maravilloso e irreal?

-¿¡A que estás jugando padre!? ¿¡Que hago en este lugar!?

Al escuchar esa voz mi cuerpo gira y frente a mi un hombre permanece de espaldas alzando sus manos hacia el cielo. No puedo verlo, pero por su tono parece mas que disgustado por encontrarse aquí.

-¿Hola?

Su cuerpo se tensa, gira de mediato y al verme se apresura a acercarse pero frena sus pasos en el momento que insegura retrocedo.

-Lizbeth...

-¿Me conoce? ¿Sabe que hago aquí? ¿Que es este lugar?

-Cariño...

-¿Cariño?

Mi ceño se frunce ante su osadía y confianza para llamarme de tal manera. No le conozco y es que me tomo mi tiempo para observarlo con detenimiento, pero no, no recuerdo haberlo visto.

Su cabello es corto y oscuro, lleva barba aun que no parece muy mayor. También porta armadura, pero no armas. ¿Es a caso un soldado?

-¿No reconoces mi voz Lizbeth?

The Soulless King © +18 | Alex Høgh AndersenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora