The Soulless King © +18 | Alex Høgh Andersen

Capitulo 10

-¡Los pies!

-¡Auch!

-Vas a tener un serio problema como no cuides tus pies Lizbeth. -dice Andrei alejándose y dejando la espada para después tomar de su camisa y romper un trozo de esta para prestarme la tela.

Le miro y la acepto así tapando el pequeño corte que ha causado en mi tobillo. Soy una despistada y es que la presencia de una persona en concreto causa eso, me pone nerviosa, no se que quiere. Quizás se aburre y es que Aren no es lo que ella se esperaba.

Khristine lleva toda la mañana observándonos y puedo entender por que, se siente sola, no sabe que hacer, no encuentra su lugar.

No confío en ella, pero creo tampoco debo juzgarla sin conocerla antes.

-¿Quieres aprender? -digo dirigiéndome a ella que permanece de pie en la puerta que da al jardín.

-No me es permitido.

-No veo a nadie aquí que pueda impedírtelo. -dice Andrei apoyándome.

-Yo no se...

-Yo tampoco, Andrei me está enseñando.

-¿Tu le llamas por su nombre? -pregunta sorprendida acercándose a ambos. -Eres mas que una doncella, ¿verdad?

-De hecho soy menos que eso, pero el conde es bueno. Pero no se como dirigirme a ti, ¿futura reina? -digo en burla haciéndola sonreír.

-Mi padre mataría por ese titulo para mi.

-Tu fuiste la que se declaró frente al rey Aren. -digo.

-Lo hice, soy consciente de mis ambiciones, de quien quiero ser, pero tengo limites y yo no mataría por ser reina.

-Pues no puedo decir lo mismo sobre tu futuro esposo. -dice Andrei ocultando una sonrisa detrás del vaso de agua que está tomando. -Ambas están jugando con fuego y acabaran quemándose, no conocen a Aren, yo si. Ha hecho cosas que no son dignas de siquiera recordar, si las supieran ninguna de las dos permanecería un segundo mas junto a el.

-¿Y por que lo haces tu Andrei?

-Por que es mi mejor amigo y por que ciertas cosas de las que el ha hecho yo también las hice.

¿Que tan malo puede esconder Aren para que Andrei esté diciendo esto? No es un secreto a que se dedica, es el mejor de los guerreros, carga con innumerables muertes, ¿pero que hay peor que la muerte?

-¿Entonces tu y yo somos rivales?

-Por supuesto que no. -digo riendo. -Yo soy su esclava y tu, su aspiración a esposa y reina de los dos continentes.

Por algún motivo mis propias palabras me molestan, pero se que esa es la verdad, aun que Aren y yo hemos cruzado barreras que nunca debimos cruzar.

¿Para que me necesita a mi si la tendrá a ella? Al parecer no es una mala chica, me agrada, aun que su ambición es algo sucia. Pero no seria ni la primera ni la ultima en la nobleza o realeza que se casa por poder, no por amor.

Y eso me resulta triste.

Ella es muy bella, su cabello largo rojo destaca sobre todo, su piel es tostada pero no le quita atractivo, mas bien le suma. Podría tener al hombre que ella quisiera, pero se ha empeñado en Aren.

Pero yo tendré un peor futuro, ¿tendré derecho a amar siendo esclava?

¿Por que yo? No soy como ella, es refinada, toda una dama. En cambio solo hay que mirarme, ahora luzco peor que nunca. Mi cabello café está mas enredado, no tiene el brillo que el suyo posee. Y mi piel tan pálida como la nieva sufre con cada rayo de sol que a esta llega. Soy un desastre.