Capítulo 5

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No entendía qué me estaba sucediendo, sin duda alguna los asuntos de amor no era algo de lo que me enorgullecía, al contrario si podía evitarlo mucho mejor, pero...

—Es imposible —musité en el auto.

— ¿Qué cosa?

"Mierda, había olvidado que estaba ella en el auto", me recriminé mentalmente.

—N-nada —respondí sintiendo que las bolas ya las tenía en la garganta.

—Otra vez hablando solo —se quejó Svety mientras encendía el reproductor.

— ¿Otra vez? —pregunté sabiendo que me perdía de algo.

—Sí, por ejemplo anoche balbuceabas algo, claro que no entendí pero me dieron ganas de ahogarte con un calcetín —comenzó a reírse.

—Que chistosita eres —entrecerré los ojos enojado.

—Lo sé, lo sé —reía y comenzaba a cantar.

Su banda favorita tenía un extraño nombre que sinceramente no me interesaba, eso era lo que a veces no entendía de Svety, éramos tan diferentes pero nos llevábamos muy bien.

—Cuando vengan ellos a la ciudad, juro que dejaré con tal de ir.

Me limité a chasquear la lengua y a musitar en silencio.

—Ok —apagó el reproductor y me miró fijamente, podía saberlo porque sentía unas afiladas agujas queriendo matarme.

— ¿Qué? —musité incapaz de entender qué era lo que había hecho esta vez.

—Detente aquí.

—Estamos a mitad...

—Solo detente.

—Está bien —me estacioné y sin decir agua va, se bajó y se fue corriendo... ¿Qué rayos?

Lo que ella corría era a tres vueltas de llanta, pero ni manera.

—Svety...

—Solo vete a ver tus cosas —se detuvo exhausta.

—Hoy no...

—Sabes últimamente estás demasiado agresivo, si es por lo de Diane en serio vete a desquitarte con alguien más.

Eso me dejó helado.

— ¿Cómo sabes...?

—Tu amigo Johan me lo dijo, y si quieres saber como me lo dijo, porque consiguió mi número de móvil, así que deja de pretender que todo esto aún te afecta.

— ¿Estás celosa? —pregunté sin querer aunque una incesante emoción me invadió... No podía, ella era mi amiga.

—No.

Quise reírme pero... ella hablaba en serio, la deje irse mientras ponía las luces intermitentes. ¿Cómo un perfecto día puede arruinarse? Oh sí, la culpa la tiene Johan, así que me iba a desquitar con él.

***

—Que onda bro...

— ¡¿CON QUE DERECHO VAS Y ACOSAS A SVETY?!

Su cara quedó blanca del susto e intentó meter sus manos para tranquilizarme.

—No, bro espera... yo no lo hice con ese fan, verás ella es muy bonita.

—No te atrevas a acercarte a ella.

¡¿Qué estoy haciendo?!¸grité en mi fuero interno.

—Dementiev... —musitó.

—Olvídalo, solo hoy no es mi día —intenté cubrir mi maldito error.

La culpa la tuvo el vino [Concurso: "Hazme reír, cosa"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora