Capítulo 10

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POV ROMÁN

Por extraño que fuese me sentía terriblemente ansioso. Habían pasado dos días y sentía que cuando llegará a la ciudad el mundo me comería completamente. Miraba por la ventana pensando que cosas le diría a Svety cuando la viera, abrir mi corazón no iba a ser fácil pero algo dentro de mí sabía que las cosas saldría bien, pero aún tenía la duda sobre qué sentiría ella una vez me sincerara.

El avión arribo y baje con las manos sudando, tanto que por accidente resbalé por las escaleras.

—L-lo siento —me disculpé con la señora que bajaba delante de mí, me sentía estúpido, como un niño.

— ¡Dementiev! —gritó Johan apenas ingresaba al aeropuerto.

— ¿Qué haces aquí? —pregunté sorprendido, porque él no sabía que había salido de viaje.

—Ah, fui a tu trabajo y me dijeron que saliste de viaje, pero ese no es el punto aquí, vine porque... ¡Voy a casarme, bro! Y es justo ahorita, sinceramente esperé tu llegada.

—Espera, espera... ¿Cómo que te vas a casar? —Johan nunca hablaba de matrimonio, de hecho eran un don Juan,

—Ya vez, bro, el amor cuando llega, llega.

—Okay, ¿Es ahorita?

—Sí, vamos —dijo muy contento llevando mi maleta. No pensé llegar e ir directamente a una boda, una boda que se me hacía muy apresurado.

En el camino, Johan me dijo que estaba nervioso y muy emocionado, la chica la había conocido hacia como dos semanas y casi grito al decirle que lo que estaba a punto de hacer era una mala decisión. No entendía que se traían los chicos de ahora con casarse a las carreras sin antes conocerse, pero después recuerdo que el amor se da en cualquier momento.

Llegamos a la iglesia.

—Espera... ¿Te casaras por la iglesia? —pregunté horrorizado.

—Claro, quiero hacerlo como dios manda —dijo muy emocionado mientras salía del auto y yo salía también.

Lo vi alejarse y cuando estaba a punto de entrar algo captó mi atención, era Svety, mi corazón casi da un vuelco.

—Svety.

—Román —dijo ella con los ojos tan abierto que casi vi estrellas, corrió a abrazarme y su cuerpo cerca del mío emanaba ondas de calor.

—Te extrañé tontita —musité mientras besaba su cabellera y la miraba directo en esos hermosos ojos azules.

—Y yo a ti, Dementiev, pero ahora tenemos una boda que celebrar.

— ¿Quién se casa? —pregunté una vez me di cuenta la cantidad de personas que habían.

—Mi amiga Hanna, digamos que también a mi me tomó por sorpresa, de hecho no creí que ellos dos se conocieran pero estoy segura que todo comenzó el día de la discoteca, aunque ella dice que hace dos semanas lo conoció.

—Sí, lo mismo me comentó Johan, pero bueno... creo que es así como funcionan las cosas ahorita —musité mientras estaba de pie en la iglesia.

—Que Hanna me perdone —musitó Svety a tiempo que comenzaba la misa y justo cuando iba a proceder a tomar asiento, Svety tomó mi mano y me jaló hacia ella y estábamos corriendo lejos de la iglesia.

— ¿Q-qué haces? —pregunté casi sin aire a tiempo que nos deteníamos cerca de un parque.

—Lo siento —dijo Svety mientras se agarraba el estómago y se quejaba de dolor.

La culpa la tuvo el vino [Concurso: "Hazme reír, cosa"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora