Louis caminaba tan rápido que notaba el impacto del asfalto en las plantas de sus pies. Llevaba la cabeza gacha; la mano derecha en el bolsillo, jugueteando con el pequeño objeto que acababa de destruir su vida. La izquierda, sujetando el teléfono contra la oreja. Parpadeaba con rapidez, intentando no echarse a llorar.
"Harry" susurró. Le oyó gemir al otro lado de la línea.
"Lou"
"¿Me quieres?"empezaba a acelerársele el aliento, pero consiguió sacar las palabras.
Harry respiró con fuerza. Lo oyó esforzarse por hablar, pero el celo se lo estaba llevando despacio, ola tras ola.
"Haz, concéntrate, por favor" susurró "Escúchame a mí, escucha mi voz. ¿Me quieres?"
"Claro que te quiero. ¿Qué pregunta es ésa?"
"¿Me quieres de verdad?" tragó saliva "¿Quieres... quieres que sea tuyo?"
Un pequeño silencio.
"Sí" parecía Harry otra vez, simplemente Harry, su mejor amigo, dulce, cariñoso. Sacrificado. "Sí."
"Pero nunca me has marcado"
"¿...Qué?" no le quedaba aire en los pulmones, tenía que darse prisa.
"Dime por qué no me has mordido. Dime por qué mi alfa no me ha mordido en catorce años. Dime qué he hecho mal."
"Harry"
"Lou" le oyó gimotear, con los dientes apretados "Necesito, necesito estar dentro de ti. Ahora."
"¿Por qué no me has mordido?"
"Porque nunca... nunca pensé que me querrías. Por favor, por favor, Lou, necesito... estoy a punto de..."
Louis cerró los ojos.
"Hace catorce años, Harry. Me dejaste... me dejaste ir con él. Dejaste que me fuera"
"Quería" esperó, pero Harry no parecía poder seguir "Quería... quería que f-fueras feliz. Lou, sabes... sabes..."
Oyó un sonido estrangulado, y luego un pequeño rugido. Al otro lado de la línea, Harry parecía estar destrozando algo hecho de tela.
"Te necesito" le oyó mascullar "Te n-necesito, necesito c..."
"Ya voy" casi corría por la calle. El corazón le latía desbocado "Estoy llegando"
Louis se paró delante de la puerta. Sacó las llaves; tenía un juego desde hacía años. Ni siquiera se paró a mirar a su alrededor, se lanzó por las escaleras y abrió despacio la puerta del dormitorio de Harry.
Lo primero que notó fue el olor. No era el olor dulce y almizcleño al que estaba acostumbrado, que le recordaba a los fuertes brazos de su alfa a su alrededor, la seguridad de su respiración profunda en su pecho enorme, de músculos duros y definidos. Era olor a alfa puro, a feromonas, a poder, a dominación y a sexo.
El aroma de Harry era tan denso que lo saboreó en la lengua al inhalar, y su agujero empezó a humedecerse instantáneamente. Lo vio, desnudo sobre la cama completamente deshecha, respirando a través de una tela rasgada. No necesitó acercarse más para reconocer una de sus propias camisetas.
"Dónde estabas" su voz sonaba extrañamente ronca. Ni siquiera sonó como una pregunta; los jadeos se tragaron la entonación "Estás..."
"Estoy bien" dejó las llaves sobre el escritorio, se quitó la chaqueta mientras le oía farfullar palabras inconexas; algo de un teléfono. De Liam. De una camiseta rota. "Estoy bien, de verdad. Vamos a ocuparnos de ese celo tuyo, ¿sí?"
ESTÁS LEYENDO
Ahora quiero ver cómo respiras para mi
FanfictionLouis acude a su mejor amigo cada vez que necesita ayuda con su celo. Harry definitivamente no está enamorado de él.