XLV Estrés y culpa

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La tranquilidad que aparento no representa ni por asomo la tormenta que está por desatarse dentro de mí.

Seis meses sin saber nada de él.

Seis meses en que me convencí de que no fue más que un sueño y me propuse arrancarlo de mi mente y mi corazón.

Di vuelta la página, rehaciendo mi vida junto a K y logrando una estabilidad emocional en una relación estable y duradera.

He sido la novia de alguien por seis meses. Es mi primer novio y no es Hisoka.

Nunca será Hisoka.

—¿Lucy?

—¿Por qué me dices esto, K? ¿Qué pretendes? Es alguna especie de prueba retorcida o algo así, porque no me hace gracia.

—Ese tipo es una etapa inconclusa en tu vida y no podrás seguir si no la terminas de una vez por todas.

Ya está pensando en videojuegos.

—Yo ya seguí, K. Ahora estoy contigo y él es parte del pasado. Tú eres mi futuro.

Él me sonríe, no muy convencido.

Yo sé lo que siento, pero si K duda de mí, entonces yo también empezaré a dudar.

No.

Concéntrate Lucy, olvida al idiota y no dejes que te afecte.

Con ello en mente es que los días que siguen me dedico a estar ocupada la mayor parte del tiempo. La universidad, el trabajo, el viaje de Libi, sacar a K pasear, no hay tiempo para pensar en nada más.

En nadie más.

~🍓~

A través del cristal, veo el avión que lleva a Libi despegar y alejarse hasta volverse tan diminuto como una hormiga.

He viajado decenas de veces en avión y nunca me ha dado miedo, hasta ahora. Ese avión lleva a alguien muy preciado, lo más preciado que tengo y deseo que llegue sin contratiempos. Libi me llamará en cuanto aterrice, así que sólo tengo que esperar.

—Deberíamos hacer un viaje ¿No crees?

Leo una revista sentada cerca de K, que para variar está trabajando, con la mirada fija en sus pantallas.

—¿Has ido alguna vez al caribe?

—No.

—¡Perfecto! Vayamos por el fin de semana.

Lo pasaremos fantástico.

—Lucy. Este no es un buen momento, estoy trabajando en algo importante.

—Vamos, K. Si no quieres ir al caribe, escoge un destino tú. Te llevaré al lugar del mundo que tú quieras, con todos los gastos pagados y diversión garantizada con una diosa del sexo.

Uso mi mirada de cachorrito afloja voluntades.

—Dame algo de tiempo. El mes que viene podría ser.

Vuelve a trabajar y quiero darle con un palo en la cabeza por idiota. A ver si así se le ordenan las ideas y redefine sus prioridades.

Soy la única novia que ha tenido y yo debería ser lo más importante.

Termino durmiéndome sola y creo que K nunca llega. Al levantarme, lo veo trabajando como siempre.

—Nos vemos algún día, idiota.

Inútilmente espero una respuesta de alguien que ni siquiera me escucha. Al menos Libi llamó y sé que llegó sana y salva a su destino.

Voy a casa a prepararme para una importante reunión de negocios. Al llegar, Diana me entega un informe y parto a la sala. Soy una de las primeras en llegar. Allí espero a los asistentes mientras reviso las propuestas de los inversionistas.

Derritiendo bombones [Hisoka Morow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora