-Me he enterado de que mañana toca rodar la tan famosa escena de cama…-dijo Harry, evidentemente molesto por tal escena.
-Harry, ¿cuántas veces tengo que decírtelo? Es una escena completamente inofensiva, unos cuantos besos, nada más.
-Ambos tenéis que salir sin camiseta-dijo colgando su chaqueta en el perchero mientras yo me dirigía a coger uno de esos pastelitos de manzana con crema que Sam había traído.
-Detalles, detalles- cierto es que ahora el ambiente en casa era mucho mejor, pero sus extremos celos seguían sacándome de quicio. Llevé a mi boca ese delicioso pastelito y mordí la mitad.
-Lo que pasa es que a ti ese te gusta-dijo viniendo hacia mi.
-¿Y qué si me gustara?- tanteemos el terreno.
-¡No me gusta para ti!
-Tiene que gustarme a mí-dije tan tranquilamente acabando con el pequeño y dulce manjar.
-Muy bien, haz lo que quieras pero como yo me entere que quedas con el no te dejaré pasar de esa puerta-me amenazó.
-¿Estás de broma? No eres mi padre Harry, y no se cuantas veces te he dicho que ya no soy ninguna cría. ¡No soporto que me trates como tal! Ni que estuvieras celoso…-me giré para sacar un vaso de uno de los armarios.
-Puede que lo esté-espetó, baje la mano y me giré hacia el, impactada por sus palabras.- puede que no me guste que estés con el, puede que esté celoso de imaginarte entre sus brazos ¡¿Y qué?!
-¿Te das cuenta de la locura que estás diciendo Harry?-dije mirándole sorprendida.
-Si me doy cuenta-dijo posicionando sus manos en mi cintura y acercándome a el- pero no puedo evitarlo. – No pude hacer nada más porque puso esos apetecibles labios sobre los míos. Me quedé totalmente estática, y después de unos cinco segundos perdí totalmente el juicio puesto que llevé mis manos a su cuello y cabello y le seguí el beso. Era un beso húmedo, puesto que nuestras lenguas se adentraron en boca ajena. El bajó sus manos hasta mi trasero y aprovechó para levantarme y sentarme en la encimera de la cocina, todo esto sin dejar de besarnos. El se acomodó entre mis piernas y apretándome aun más el trasero me pegó a el, de esta manera pude sentir esa erección que empezaba a palpitar contra sus pantalones. Entonces, aunque no quería, caí en el error que ambos estábamos cometiendo y aparté a Harry de mí. Ambos respirábamos entrecortadamente.
-¿Qué pasa?-dijo acariciando mi mejilla dulcemente.
-¿Cómo que qué pasa? ¿No te das cuenta del error que acabamos de cometer? ¡Por dios Harry eres mi tío!
-¡Joder ya lo sé! Pero no puedo evitarlo ____...-dijo separándose, llevando sus manos a su cabeza, frustrado.- ¿Te crees que no me doy asco a mi mismo cada vez que pienso en ti de una manera que no sea la de familia? Me repugno _____...
-Será mejor que me vaya a mi casa.-intenté huir de la cocina, me avergonzaba demasiado de lo sucedido.
-¡No!-dijo cogiéndome del brazo.- olvidemos este incidente, nada de esto volverá a pasar. Porfavor quédate- Era muy fácil decirlo pero ¿cómo le iba a mirar a la cara a partir de ahora? Eso si podía mirarle a la cara…
-¿Crees de veras que podríamos convivir bien después de esto?
-Olvidémoslo _____, esto no ha sucedido.
-Ni volverá a suceder- terminé la frase, el asintió. Es raro, había cometido un grave error pero… me iba a costar olvidarlo puesto que me había gustado, y mucho a decir verdad. Debo estar volviéndome loca.