Capitulo 5 - Rebeldía

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-A tu tío se le va a hinchar la vena de la frente-rió Maica mientras entrábamos en la discoteca.

-Sinceramente eso espero-sonreí.

-Le dará un ictus-dijo Aned.

-Tampoco quiero matarle-reí por su comentario- solo hacerle ver que no puede mandarme de esa manera, no pienso obedecerle.

-Que rebelde…-se burlaron las dos, yo reí. Nos adentramos en la discoteca y caminamos hacia la barra. En realidad me daba un poco de miedo que Harry le fuera a contar esto a mis padres… tendría que buscar alguna manera. Agradecía la luz tenue y casi inexistente del local para que la gente no me reconociera, si lo hacían probablemente vendría la prensa… y Harry.

-Es raro que aun no le hayáis echado el ojo a ningún chico.

-Si que le hemos echado si…-dijo Maica bebiendo de su copa.

-Oh ya… Liam y Zayn ¿no es cierto?

-Puede…-contestó Aned. Creo que lo más seguro es que estas chicas necesitaran un empujón con esos dos.

~

-¿Cuántas llamadas suyas tienes?-me preguntó Aned riendo mientras salíamos de la discoteca a las tres de la mañana.

-Unas… ¡madre mía! 57 llamadas, las teclas de su teléfono estarán desgastadas…

-Tienes un tío muy controlador-rió Maica. Tenía que admitirlo, las tres íbamos un tanto afectadas por el alcohol.

-Cuando llegue a casa intentaré hacerle una foto a la cara que ponga y os la envío porque seguro que no tendrá precio-dije riendo. Mientras caminábamos hacia nuestras casas íbamos imitando la posible cara de Harry, estallando en carcajadas.

-Bueno _____ llámanos mañana por la mañana ya que salir será un tanto imposible-dijeron ellas cuando llegué al portal.

-O no… buscaré la manera. Tened cuidado al volver a casa.

-¡Hasta mañana!-se despidieron.

~

Cogí las llaves de dentro del bolso e intenté serenizarme, puesto que seguía riéndome, tal vez mañana me dolería un poco la cabeza. Suspiré y metí la llave en la cerradura, la giré tres veces y entré. La casa estaba totalmente a oscuras, ¿Harry se abría cansado de esperar? Iba a encender la luz pero alguien se me adelantó, alguien que no se había cansado de esperar. Su rostro estaba tenso, serio y mostraba un claro enfado.

-¿Qué horas son estas?-me preguntó levantándose del sofá y mirándome amenazante, eso solo me hizo reír más. A partir de ahora no más de dos copas, 

jamás.

-Pues… -dije y miré mi reloj-son las tres y media-me reí de el. En ese momento no sabía la de consecuencias que mis actos iban a traer.

-¿Te estás riendo de mí?-se cruzó de brazos acercándose a mí.

-No, no... me río contigo solo que tu no colaboras-dije riendo aun más.

-Encima vienes borracha.

-No, simplemente con la risa floja.

-Te has metido en un buen lío… si creías que te controlaba espérate ahora.-sus ojos destilaban furia.

-Oh vamos seguro que puedo hacer algo para que no estés tan enfadado.-no sabía ni lo que decía ni lo que hacía. Me abracé de su cuello y me acerqué peligrosamente a el, el alcohol me hacía ver a Harry atractivo, bueno, más atractivo de lo que era en realidad.

-Pues si que estás mal, si.-dijo riendo irónicamente.

-¿Ves como te estás relajando?-dije pasando mi dedo índice por sus labios.

-Cielo si tantas ganas tienes esperaremos a que estés consciente de todas tus facultades.

-Pero si lo estoy-me quejé como una niña pequeña.

-Como quieras entonces-todo lo demás lo tengo negro.

Errores Placenteros |Harry Styles & Tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora