-No puedo creer que te haya hecho eso…-dijo Aned sorprendida.
-Me he llevado el susto de mi vida…-suspiré- ¿hacerlo con el? ¿con mi tío? No quiero ser un zorrón como el que llevó el otro día a casa.
-Bueno… ¿porqué deberías serlo en caso de que hubiera sucedido?-preguntó Maica encogiéndose de hombros.
-Porque… es mi tío
-¿Y si hubiera sentimientos de por medio?-volvió ella.
-Pero no los hay
-Dicen que los que se pelean se desean-rió Aned
-Estáis fatal…-dije girando la vista sonriendo.
-¿Has estado leyendo el guión?-me preguntó Maica.
-Si, me tiene enganchada… y estoy deseando ver quien será el chico principal.
-Como te pongan a un chico guapo, guapo te odiaré toda la vida-rió Aned.
-Oh vaya yo que iba a presentároslo pero si me odias…
-¡Amiga! Si sabes que es broma-dijo ella corrigiendo y Maica y yo reímos.
~
Eran las dos de la mañana, no tenía nada de sueño. Mi cabeza solo podía darle vueltas y más vueltas al asunto de mi conversación con las chicas. ¿Acostarme con Harry? Vale, admito que es uno de los hombres más terriblemente atractivo y sexy que he visto en mi vida pero… por dios es un familiar… A mi mente vinieron las imágenes de cuando se puso a mi lado sin camiseta… me mordí el labio.
Me puse bien en la cama y miré hacia el techo, suspirando fuertemente mientras me tapaba la cara con uno de los cojines. Escuché como la puerta se abría, quité el cojín de mi cara y miré quien era, en cuanto vi aquella silueta con cabello rizado me quedé parada.
-¿Qué haces aquí?-pregunté sentándome en la cama.
-Shh…-dijo el poniéndome el dedo índice en los labios.-déjate llevar-dijo pasando su brazo por mi cintura, acercándome a el. Mi primera conclusión fue que
estaba borracho, error.
-Pero…-no pude decir nada más, el sonrió y me besó. Me quedé estática pero sus labios incitaban a que moviera los míos a su son, y así lo hice. Era mi tío, y esto era una completa locura, pero su manera de besar también. Pasé mis brazos por su cuello, atrayéndolo hacia mí. Acabé tumbada de nuevo, pero con el encima. Su lengua pedía a gritos entrar en mi boca y yo, colaborando con esta locura. Accedí. Sus juguetones manos se metieron por dentro de mi camiseta, acariciando mi cintura y empezando a subir, hasta que la camiseta se quedó en el camino. Bajó su cabeza rápidamente al valle de mis pechos para empezar a besarlos con casi desesperación. Mis manos se enzarzaron en su pelo mientras pequeños gemidos se escapaban de mis labios. Decidí no quedarme atrás y llevé mis manos a su camiseta, metí mis manos dentro de esta y pude palpar sus bien marcados abdominales. Sus húmedos besos seguían por la zona de mis clavículas y por mi cuello, haciéndome estremecer. Saqué su camiseta y pude deleitarme con su pecho, suave y duro.
-¿Ves? cuando te dejas llevar todo va mucho mejor cielo-susurró sensualmente lamiendo mis labios.
-Cállate-le respondí y el rió. Me abrazó y llevó sus manos a mi espalda para desabrochar mi sujetador, yo aproveché para besar su apetecible cuello.
Desabrochó mi sujetador y lo lanzó con tantas ganas que si no me equivoco chocó contra la puerta. Se levantó quedando apoyado por sus manos, me miró el torso desnudo, se mordió de nuevo el labio y bajó para besarme salvajemente.
Acunó mis pechos en sus manos, masajeándolos mientras yo gemía más fuerte.
Estaba deseando llegar a más pero el sonido del despertador no me dejó. Espera… ¿despertador? Abrí mis ojos, miré hacia mi izquierda, las nueve de la mañana, miré hacia la derecha, no había nadie más en la cama. ¿Qué clase de persona tenía sueños eróticos con su tío?
