-Veréis… -empecé mientras el camarero se marchaba tras servirnos los cafés- os tengo que contar una cosa… pero me da algo de miedo hacerlo.
-¿Qué has hecho ya?-preguntó Maica divertida.
-No es algo de lo que esté orgullosa…
-Dime que le arrancaste las extensiones a la rubia de bote- dijo Aned cruzando sus dedos.
-No… no tiene nada que ver con ella…
-Oh vamos cielo ¡suéltalo ya!-Sam empezaba a impacientarse.
-Bueno… ayer … digamos que Harry y yo pues... discutimos de nuevo por el asunto de la escenita de la cama...
-¿Y qué tiene eso de raro?-preguntó Aned.
-Eso nada… lo raro es lo que pasó después-ellas se inclinaron inconscientemente hacia mi, llenas de curiosidad. – Yo me quejé de el y… le dije que parecía que estuviera celoso y el… me espetó que tal vez lo estaba y luego…
-¡¿Y luego qué?!-se exasperaron las tres, suspiré.
-Nos besamos…-dije apretando los labios. Sus caras eran un auténtico poema. Maica estaba con los ojos que casi se le salían de las órbitas, Aned tapaba su boca abierta por la sorpresa y Sam tenía una sonrisa pícara en el rostro.
-Júramelo-dijo Maica con esa sonrisa pícara.
-Lo juro, nos besamos y no de una manera dulce y tímida… para nada, fue un beso completamente fogoso, dios incluso me puso en la encimera de la cocina.
-Oh por dios-soltaron las tres.
-¿Y te gustó?-preguntó mi prima.
-¡Sam!-solté sonrojándome.
-Me pica la curiosidad… -dijo ella como si nada.
-No eres la única-dijo Maica.
-____ contesta-dijo Aned.
-¡Estáis las tres contra mí!- ellas no dijeron nada, simplemente siguieron con sus miradas inquisitivas.
-Vamos, responde-siguió Sam.
-Bueno… desagradarme… no me desagradó.
-¡Lo sabía!-dijo Sam riendo.
-¿A quien no le iba a gustar un beso de vuestro tío?-preguntó Maica.
-Cuanta razón-dijo Aned.
-No se si sabéis que sigo aquí-dije.
-¿Vas a seguir viviendo allí?-me preguntó Maica.
-Si, le dije que lo mejor sería que me fuera a casa pero el dijo que no era necesario, que olvidaríamos ese incidente que no debió suceder.
-Es tan injusto que seáis familia…-dijo Aned- hacéis muy buena pareja…-yo le dí un sorbo a mi café.
-No creo que pueda seguir viviendo con el…
-¿Porqué?-preguntó Sam.
-Ahora que nos hemos besado… dios tengo tentaciones de volver a hacerlo y no puedo hacerlo es algo completamente prohibido.
-¿Porqué no pruebas a olvidarle con David?-sugirió Maica.
-¿Eso no sería utilizarle?-no me gustaba la idea de tratar a la gente como objetos.
-No-dijo Aned- un clavo saca otro clavo.
-Además se nota que entre vosotros hay algo-dijo Sam- por pequeño que sea.
-Es cierto que me atrae…-admití. David era un chico muy atractivo y simpático, podría intentarlo, a pesar de que Harry no soportara a David, pero eso también tenía su lado bueno, si Harry se enfadaba por ese asunto tal vez podría irme a mi casa y todo riesgo de otro calentón como el de ayer desaparecería…