❝ Él era como abrir un nuevo libro repleto de mis cosas favoritas, nunca me cansaría de repetirlo.
Pero este libro se encontraba sellado y lo que me mostró solo fue un producto de lo quería que viese en su portada, como si temiera que pudiese observ...
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"Te protegeré"
-Son unos niños ¡Basta!-Exclamé.
-Ella agarró mi postre-Lloriqueo exageradamente ganándose la mirada de todos en la mesa.
-Joder, solo es un pastelillo, Tae-Inquirió Minha.
-¡Y era el único que quedaba!
- Vale vale, tranquilos-Agregó Hoseok para tranquilizar el alboroto-Si quieres, puedo darte el mío.
-Eso es tan Hoseok-Sonrió Jungkook-De grande quiero ser como él.
-Primero tienes que aprender a compartir y no estar golpeando a las personas con bananas-Dijo Yoongi entre risas mientras Jungkook se la lanzaba a él para cubrirle la boca y sonreír avergonzado.
-Es verdad ¡casi pierdo un ojo por tu culpa! Y yo solo pedí que me dieras una banana, niño malagradecido-Hoseok pareció recordar la escena en su mente y fingió escalofríos-Eres realmente malo conmigo.
Y entonces se creo una disputa en donde nadie se entendía, había risas y gritos que llamaban la atención de las otras mesas a nuestro alrededor. Éramos bastante ruidosos.
-Mi postre...-Inquirió Taehyung en voz baja a Hoseok pero este pareció no escucharle entre tanto alboroto. Con lo cual este solo se cruzo de brazos formando un lindo puchero con los labios.
-¿Quieres el mío?-Pregunté.
Ni bien respondió que me abrazó de imprevisto y me quito el pastelillo de de mis manos. Dejándome atónita.
-Gracias gracias, eres un ángel-Abrió rápido la envoltura y le dio un gran mordisco al postre saboreando cada parte-Y esto está delicioso.
Reí al verlo sonreír con sus mejillas llenas y moviendo sus pies cual niño entusiasmado. De hecho, la mayor parte del tiempo era como si tratara con un niño adorable dentro del cuerpo de un joven atractivo.
Vaya sorpresas daba la vida.
El recreo pasó rápidamente y todos tuvimos que ir a clases nuevamente. Por lástima, nuestros edificios quedaban lejos y este era casi el único momento del día en que podíamos vernos unos cuantos.
Tomé mis cosas y escuché detrás de mí la voz de Minha.
-¿Estás libre hoy?-Pregunto curiosa.
-Me parece que sí ¿Porqué?-La mire con confusión, era raro verla tan emocionada.
-Camina o llegaremos tarde a clase-Se hizo la interesante, y vaya que lo logró.