Crazy

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Tyler desde hace días estaba raro, salia algunas veces a comprar, avisandole a Josh que llegaría tarde a casa.
Le parecía extraño, porque era Tyler Dun, nunca se comportaba así, intentaba no pensar en algo extremo.

Pero ya eran demasiados días en los que llegaba a las 12:00 am, intentando no hacer ruido para levantarlo.

-Josh, ¿hoy llegaras tardé?- preguntó el castaño mientras desayunaban.

-No lo se, no creó, las cosas en la oficina estan bien.

-Oh, me parece perfecto, te esperare a qur llegues a la casa- comentó con una sonrisa adorable.

Si Josh pudiera ver la mente de su bonito esposo, jamás hubiera pensado que sería así.

-¿Por qué cariño?, ¿tienes algo en mente esta noche?- Josh alzó una ceja, mientras dejaba de lado su comida y se acercaba al castaño.

Tomo su rostro, haciendo que se inclinara para poder besarlo, un beso lento sin prisa, pero que fue tomando lujuria en unos minutos. En estos últimos tiempos no habían tenido nada de relaciones, nisiquiera un momento íntimo.

-Quisiera comerte ahora mismo en la mesa Tyler.

-T-Tienes que ir al trabajo- separo sus labios intentando tomar aire, pero Josh fue rapido y volvió a besar aquellos labios tan suaves y rosados.

Josh metió sus manos, debajo de la playera suelta de Tyler (que en realidad era del rizado) sentía el suave abdomen de su niño, tan plano, sintió como su piel se erizaba mientras sus manos jugaban con el elástico de su boxer, pero un celular sonó, haciendo que aquél momento de pasión se esfumara.

Josh, salió del trance y contestó.

-Lo siento bebé, tengo que irme, nos han llamado a una junta urgente.

Tyler bufo, pero sonrío al pensar la sorpresa para su bello esposo.

-Tranquilo cariño, en la noche estaras muy relajado- el morocho guiño su ojo.

Josh, simplemente sonrió con cierta duda, pero sin más se tuvo que ir.

Una vez se despide de su marido, saca todo el aire acumulado.

También miró el "problema" marcado en sus pantalones por esos simples roces.

- Maldita sea, ¿porque tienes que ser tan sexy, Joshua?

Se dirigió a su ducha mientras conservaba esa sonrisa felina.

Últimamente estos días el morocho había estado ideando una pequeña "sorpresa" para su marido.

Esos días había salido desde su trabajo hacia algunas tiendas con "información", esperaba que su chico no llegase a pensar mal de él, era cansado esos días donde ambos llegasen cansados de sus empleos y sólo se dirigieran a dormir.

Ya era muy frustrante.

Así que, con ayuda interna (de su amiga Ashley) y demás llevaba en favor su plan.

[.]

Eran alrededor de las 9:40 de la noche, el menor verificaba a cada segundo su reloj, totalmente inseguro de lo que llegaría a hacer.

Se miró por décima vez en el espejo, sintiéndose totalmente rojo y apenado de cómo se veía en esos momentos, simplemente no era él.

- Sólo es un baile sensual... Menea las caderas, mueve tus hombros y pasa tus bra... ¡A la chingada! ¡No soy Shakira! - se auto regaña a él mismo, riéndose, volteando su cuerpo y dejando ver su gran y redondo trasero a través de esas ropas, dándose un pequeño salto para provocar que reboten.-... Al menos tengo más trasero que Shakira.

Once Upon a Time (Joshler/Tysh) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora