Quarantine

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A petición de las personitas que pidieron de temática la cuarentena, y queriendo dar un pequeño dato en ese os:

Las actitudes de Tyler y Josh son basadas en nosotras, un reto es adivinar quién es quién, y cómo otro dato hay un montón de referencias en ésto, momentos especiales y significados de mi bebé y míos. Así que este es un tanto especial para nosotras. ❤️

Y cómo ustedes lo pidieron: Tysh.

Los amamos. ❤️

Dos jóvenes iban tranquilos, tomados de las manos, caminando por entre las calles en aquel soleado día.

Uno de ellos, rizado y cabello oscuro, iba dando saltitos mientras tarareaba una canción, el segundo, morocho y castaño, sólo miraba hacia el camino totalmente sereno y tranquilo.

— Oye, Tyty.— el muchacho pregunta mientras que el mencionado voltea hacia él.— ¡Dame un beso!

Rápidamente el menor arquea una ceja y una mueca.— ¿Y porqué debo hacerlo?

— Ehm, bueno... — el mayor lleva un dedo a su boca mientras piensa, chasqueándolos tiempo después.— es que quiero un beso, ¿me puedes dar un beso? ¡Anda, si, dime que si!

— Mmmm... — el castaño se detiene unos segundos, mira al rizado y con una sonrisa juguetona habla.— no tengo ganas.

William hace un puchero triste, haciendo ruido como un "cachorro triste", sólo provocando que Tyler lo mire aún serio.

— B-bueno, entonces n-no tendrás besos en cuanto lleguemos.— murmura el pecoso, dejando la mano de Joseph de lado y cruzando sus brazos tratando de verse como un chico serio.

Tyler sube sus hombros y sonríe.— está bien, no me afecta.

Josh sigue en su momento de "enojación" pego después doblega su puchero a una mirada compasiva mientras abraza al menor, sorprendiéndolo.

— Tyler, por favor, ¡dame un beso, sólo uno chiquito! — decía el mayor mientras no soltaba al castaño, escuchando como el contrario se quejaba y zarandeaba.— ¡Andaaaa, mi bebé, por favor!

— ¡Te bajas o te bajo yo, Joshua. Hablo en serio! — ésto sólo hizo sonreír gatuno al rizado, se aferró al cuerpo y levantó al morocho, cargandole. Escucha el quejido de Robert y cómo patalea.— ¡Por la chingada, que no entiendes tu!

— ¡Yo sólo quiero mis besos!

— ¡Estamos en un lugar público, exhibicionista! — chilla el menor comenzando a buscar el hombro del mayor y morderlo con algo de fuerza. Escucha el gritito del pálido pero continúa cargandole.

— ¡Eres un chico malo, todavía que no me das mis besos me muerdes! — continúa zarandeándolo y una perfecta idea se le ocurre, mira por el rabillo de su hombro al morocho y le sonríe en travesura, rápidamente Tyler capta el mensaje.

— Oh no, no no no, hazlo Joshua y te juro que- ¡LA PUTA MADRE! — No logró completar la oración porque el mayor lo tomó firme de los muslos y comenzó a correr a toda velocidad por el sitio, con un morocho gritando que lo bajase o terminaría sin descendencia en cuánto su pie se encuentre en el suelo.

Se dice que ese día después de bajarlo tuvo que dormir con el perro en la sala, e incluso algunos de los transeúntes tomaron esa imagen como una anécdota.

[...]

Se miraba a través del espejo, sus pequeñas pecas se mostraban más y tenía una gran sonrisa.

Sus pequeños ojos resaltaban, a pesar de ser rasgados, un brillo peculiar salía en ellos, hipnótico. Puso sus manos sobre su cintura, sacaba la punta de su lengua en señal de concentración, mientras "cantaba" su intento de coreano.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2020 ⏰

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