17. Un juramento y una amenaza

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Sebastian había pasado el día entero aislado de todos, intentando calmarse. Un odio profundo lo inundaba y temía que pudiera percibirse, que lo notaran. Incluso temía que Elizabeth pudiera percibirlo a través de las paredes, que viera en lo que se estaba convirtiendo. El grupo lo había estado manteniendo informado durante todo el día acerca de sus avances en la búsqueda de los objetos necesarios para invocar a los Elementos.

Para su sorpresa, Daniel y Bruno resultaron ser bastante insistentes y persuasivos y fueron los primeros en encontrar los ingredientes de su lista. Otrera también los encontró poco después lo cual no era tan sorprendente, después de todo ella había vivido muchas vidas y había adquirido conocimientos que muchos de los demás nunca podrían alcanzar.

Elizabeth todavía se encontraba algo débil, por lo que Zara la ayudó en su búsqueda y todavía seguían en ello cuando unos golpes en la puerta distrajeron a Sebastian de sus pensamientos oscuros.

-Soy yo, Levi- dijo una voz al otro lado de la puerta.

-Pasa- le dice, sorprendido. Levi saluda a Sebastian llevando una mano estirada hacia su frente en un movimiento rápido: el saludo hacia un capitán.

-He venido porque tengo unas preguntas pero no sé si estoy en mi lugar de hacerlas- pregunta con una cautela que no parecía propia, como si hubiera sido propuesta por alguien más. Quizás había sido Winona, quizás ella le había advertido que fuera respetuoso, después de todo era un capitán a quien se estaba dirigiendo. Un veterano.

-Habla libremente- le dice Sebastian. Siempre había apreciado la sinceridad y, tratándose de Levi, Sebastian quería que le dijera todo lo que necesitaba decirle, era mejor evitar las sorpresas.

-Bien- dice Levi y se recuesta contra la pared cruzando sus brazos en su pecho. Se desenvolvía con demasiada confianza para un crío de catorce años. Sebastian había investigado un poco sobre él y su pasado, después de todo era necesario saber que no era peligroso para Sher.

-¿Qué quieres saber?- pregunto.

-Sher te admira, ¿Lo sabes?- dice y me encojo de hombros.

-Realmente lo hace. No creo que sepas la magnitud con la cual te admira. Ha estado trabajando en algo hace meses, en algo que cree que te hará feliz. Dice que últimamente no eres feliz.

¿Sher había notado todo eso? Sebastian estaba perplejo, no sabía que todos esos pensamientos invadían al más pequeño del escuadrón.

-Ha descubierto algo. Me dijo que le hablaste sobre tu pasado y no conocer el origen de tus padres. El sabe quienes son. Él lo sabe todo.

Sebastian se incorpora, completamente helado.

-¿Qué estás diciendo?- le dice, miras esperanzado y mitad desconfiado.

-Ha descubierto algo. Algo que puede cambiarlo todo. Está feliz por haberlo hecho.

-¿Por qué me lo dices?- pregunta Sebastian?- ¿Por qué arruinar su sorpresa?

-Porque puede que no te guste todo lo que escuches. Eres inestable mentalmente, Sebastian, eres impredecible. Quiero asegurarme de que no le harás daño.

Sebastian, lo observa y en ese instante se percata de que la persona que tiene delante suyo realmente es un completo desconocido.

-Realmente te agrada- le dice y Levi se sobresalta, como si no se hubiera percatado de aquello. El muchacho se separa de la pared, ambas manos cerradas en un puño.

-Júrame que no le harás daño. Que sea lo que sea que escuches no intentarás herirlo.

-Lo juro. Nunca lastimaría a Sher, es como un hermano para mi- asegura Sebastian, aunque las palabras de Levi lo asustaban, ¿Qué había descubierto aquel cerebrito?

Levi se guardó ambas manos en sus bolsillos y se acercó lentamente, sus ojos oscuros clavados en los del mayor.

-Más te vale que cumplas con tus palabras- Lo amenaza- o te juro que no habrá persona que te pueda esconder de mí. Si le haces daño en cualquier forma juro que te mataré.

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