𝓥𝓮𝓰𝓪 𝓮𝓷 𝓗𝓸𝓰𝔀𝓪𝓻𝓽𝓼 | 𝕝𝕒 𝕡𝕚𝕖𝕕𝕣𝕒 𝕗𝕚𝕝ó𝕤𝕠𝕗𝕒𝕝 [VEH #1]

Six: flight classes

«Vega haciendo sufrir»

Vega comía casi tranquila en el Gran comedor, pero con toda la sinceridad, seguía tan enojada con los chicos que mientras comía, se la pasaba viendo a ellos fijamente, imaginandose sus muertes lenta y dolorosamente. Por otro lado, Harry y Ron comían con miedo de Vega, Harry trató hablar con ella hace un momento atrás, pero Vega parecía en verdad molesta, con sólo contar que Harry no pudo disculparse muy bien porque la mirada de ella lo hizo salir corriendo de la biblioteca. Ron lo intentó en la clase de la profesora McGonagall, pero lo único que logró fue un regaño por la profesora.

—¿No crees que los estás asustando de más? —preguntó Hermione observando cómo Harry al comer, Ron las miraba, y cuando Ron comía, Harry le tocaba mirarlas.

—Hermione, si no quieres que te pase lo mismo que aquellos bobos, no hables —dijo Vega, para luego mirar a Neville y hablar con él.

Hermione observó cómo Kyle quién estaba sentado enfrente de Harry y Ron, hablaba con ellos. Cedric Diggory después se les unió, Cedric aún siendo de Hufflepuff, sabía que Gryffindor siempre lo dejarían sentarse a comer con ellos, porque es mejor amigo de Kyle, el chico estrella de Gryffindor.

—Sigue enojada, Kyle —dijo Harry—. Intente disculparme, pero no pude, me miraba mal.

—¡Exacto! —concordo Ron—. Yo intente hacer lo mismo, y no único que logre fue un regaño de la profesora.

—¿Saben? —habló Kyle—. La mejor forma de disculparse es dando unas flores, las mujeres les encanta hacerse desear, hacerse las difíciles. Así son todas; con unas flores cae.

—O, solo esperan que se le pase el enojo —dijo Cedric—. Además, con Vega no le va las flores, es más de libros.

A las tres y media, Vega y sus compañeros de Gryffindor bajaron corriendo los escalones delanteros, hacia el parque, para asistir a su primera clase de vuelo. Era un día claro y ventoso. La hierba se agitaba bajo sus pies mientras marchaban por el terreno inclinado en dirección a un prado que estaba al otro lado del bosque prohibido, cuyos árboles se agitaban tenebrosamente en la distancia.