22 de Diciembre - segunda parte

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Juliana a pesar de su antipatía hacia las festividades decembrinas, no había expresado ese desprecio por llamarlo así. Se sentía mal, sentía como que estaba traicionando sus principios. Sentía que estaba ablandándose, y no le gustaba eso. La Navidad para ella significaba pérdida, dolor, soledad y otros sentimientos nada halagadores.

Todos los Carvajal estaban en el rancho preparándose para las posadas. Habían distribuido todas las actividades entre ellos y los trabajadores.

A un lado se encontraba Valentina con unas trabajadoras, ella misma amasaba la masa de pinol sobre una mesa y la extendía sobre esta, luego hacia cortes diagonales.  A pesar de pertenecer a una familia pudiente, Valentina se relacionaba muy bien con sus empleados y se ponía a la par de ellos en las actividades. Se quedó sorprendida de verla preparar los gofios con la maestría con que lo hacía.

Juliana se acercó a Guille y le dijo algo, después se dirigió al interior de la casa y fue a su cuarto, preparó su mochila. En eso escuchó dos golpes en la puerta, al abrir se encontró con Valentina,

Al ver la mochila, en su mano sorprendida preguntó,

- Pensabas irte? Sin despedirte?

Juliana en ese momento se sintió peor, ver la cara de decepción de Valentina, le causaba un sinnúmero de emociones.

- Yo.... Val, no se como explicarte.... para mi es tan difícil...

Valentina la tomó de la mano,

- No es difícil! Solo cuéntame que pasa. Si puedo ayudar, ayudo.

Tomada de la mano la guió hasta un establo,

- Juls, sabes montar?

Juliana denegó con la cabeza, y respondió,

- No, nunca lo he hecho!

- Te gustaría hacerlo conmigo? Solo tienes que agarrarme de la cintura.

Juliana con una sonrisa dibujada en sus labios,

- Eso si estoy segura de poder hacerlo.

- Ok! Te llevare a conocer los alrededores!

Valentina fue hacia un caballo, lo ensilló y luego se montó, mostró a Juliana cómo hacerlo y luego le dio una mano para ayudarla.

Ambas montadas en el caballo comenzaron a cabalgar alejándose de la casa hacienda. Iban a pasó lento por lo que podían platicar.

- Te sientes bien, Juls? Tienes miedo?

- Para nada, me siento super cómoda!

- Ok, entonces agárrate fuerte!!!

Valentina soltó la rienda y el caballo aceleró el paso, el cambio de velocidad brusco, la hizo apretar su agarre a la cintura de Valentina y pegar su cabeza su espalda. El aire y el cabello de Valentina golpeaban su rostro y su olor llegaba a su nariz. No recordaba cuando había sido la última vez que tuvo esa sensación de felicidad, de libertad. En ese momento quería que ese paseo se prolongara. La cercanía de Valentina le hacía tanto bien. No entendía porqué pero no iba a cuestionar la felicidad que estaba sintiendo.

***

Al llegar a una quebrada, Valentina tiró de las riendas para detener el caballo, dio su mano a Juliana para ayudarla a bajar y luego metió su pie en el estribo y descendió del caballo. Amarró la rienda a un palo cercano, mientras lo hacía Juliana la observaba detenidamente, era una chica alta, delgada, el jeans ajustado realzaba sus delgadas y bien torneados muslos, unas botas vaqueras altas y una camisa de botones de mangas largas, eran ropas masculinas, pero en ella realzaban su femineidad. Al terminar de amarrar el caballo fue hacia ella, la tomó de la mano y la guió hacia un lugar donde habia una especie de parque rústico hecho de troncos y piedras.

- Este es mi lugar favorito! Cuando quería alejarme de todo, acá venía.

- Vienes seguido?

- No tanto como quisiera! Tengo que hacer las guardias y la verdad es que amo mi carrera, pero quizás algún día me venga a vivir a estos lados. Según dicen hay planes de construir una sala de nefrología en el hospital regional, si lo hacen pido mi traslado. Así estaría cerca de mi familia.

Valentina entonces preguntó,

- Juls, y tu familia de donde es?

Valentina notó un rictus amargo en su rostro y se dio cuenta en ese momento que ese tema era difícil de tratar para ella.

- No tengo familia! No hay padres, ni hermanos- lo dijo levantando sus hombros e inclinando su cabeza hacia un lado.

- Lo siento, Juls! No me imaginaba...

Se aproximó y la abrazo con mucha ternura que hizo a Juliana estremecer por lo bella persona que era.

Valentina no tocó el tema más, y dejó que Juliana decidiera por ella misma si quería hablar de ello más adelante.

Me enamoré en Noche Buena  (Juliantina) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora