Ƈαρίтυℓσ 8

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El día transcurre sin ningún contratiempo, cada una va a sus clases. No tengo mas noticias de Alise en todo el día. De cierta forma me preocupa, pues ella siempre suele escribirme a media mañana; pero no lo hizo esta vez.

En clase estaba en la nebulosa. Cosa que no es rara en mí, pero siempre presto atención, y me detengo cuando mi mente comienza a divagar; pero por alguna razón, esta vez no me detuve cuando mi mente trajo de regreso muchos recuerdos. Recuerdos que creí que había enterrado muy bien.

Garrett tuvo que codearme unas tres veces, ya que la profesora Mcmillan me hacía una pregunta, o porque él me estaba hablando, o cuando debíamos empezar con el proyecto. El cual, aun no había empezado.

—Sky, ¿Estás bien? —preguntó Garrett por lo que parecía una décima vez.

—Sí. —contesté, sonriendo. Seguramente parecía el gato Cheshire, porque Garrett abrió los ojos como platos, y lentamente volvió la vista hacia su trabajo.

—Está bien. Si tú lo dices. —murmuró por lo bajo.

Después de la clase de arte me fue imposible concentrarme, y odiaba enormemente no poder tener mi mente al cien en lo que hacía. Decidí ir al Morning's. Quizá trabajar me haría concentrarme más. Cuando llegué, Lucy estaba detrás del mostrador, y me hizo señas para que me acercara.

—Que bueno que llegas, rayito de sol. Teddy nos acaba de llamar para decirnos algo, y estoy segura que tiene que ver con el bar. —me dice en cuanto estoy junto a ella.

—¿Crees que nos pedirá que trabajemos esta noche en el bar? —inquiero. A pesar de que sé que, precisamente, eso es lo que piensa que hará Teddy.

—Pues, obviamente eso es lo que creo. —contesta.

—Bien, no hagamos esperar a los demás.

Ambas nos dirigimos a la oficina de Teddy. Todos ya estaban allí: Greta, Chris, Bert y Abby (una chica que acaban de contratar como mesera).

—Bueno, ahora que estamos todos. Requiero de algunos de ustedes para que ayuden a mis empleados en Teddy's. Sé que ese no es su trabajo, y también sé que los estaría privando de horas de descanso. Por lo que sólo los que puedan, y quieran, hacer el trabajo tendrán que ir a Teddy's esta noche. Los que no, esta bien. No les descontaré su sueldo ni nada. —Teddy dijo.

—Yo lo haré. —levantó su mano Lucy. Teddy sonrío.

—Gracias, Lucybell. —sonrió Teddy, satisfecho.

—Por Dios. —Lucy dijo. La irritación goteando de sus palabras—. No me llames así.

La disculpa de Teddy es un susurro en la silenciosa oficina. Es cuanto mi mirada se dirige a Lucy, quien me mira con una clara suplica. Por lo que levanto mi mano.

—También ayudaré. —mi voz rompiendo el silencio. Haciendo que todos los ojos se pusieran sobre mí.

—Gracias, rayito de sol. —ese apodo que se había vuelto tan familiar para mí en los pocos días que llevaba trabajando en Morning's, saliendo de sus labios; me hizo sonreír.

Ellos decidieron llamarme así por alguna razón. Estaba acostumbrada a que las personas me pusieran sobrenombres, la mayoría de ellos me gustaba. Después de que Teddy me agradeciera por mi ayuda, Abby también se ofreció. Teddy nos dijo a qué hora debíamos llegar, también que no era necesario usar uniformes, y por último, dijo que después de atender algunas mesas teníamos permiso de beber y disfrutar la noche, totalmente gratis.

****

Después de salir del café, me fui directo a casa. Estuve unas horas en mi habitación, nada más que leyendo. Entonces, cuando mi vista se cansó y tenía de nuevo esa pequeña molestia en el puente de mi nariz, me quité mis gafas y las puse en mi mesita de noche. Me senté en mi cama, y di un vistazo a mi ventana. Ya casi anochecía. Masajeando un poco el punto de mi nariz que dolía, me puse de pie y devolví el libro a su lugar, después me acerqué a mi mesita de noche y tomé mis gafas de montura negra para volver a ponérmelas.

Wicked DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora