N. 150

Cap 4

-¡Kris, mi niño! ¡Hora de levantar...- La monstruo albina abrió la puerta de la habitación pero se cayó al ver a un Asriel bostezando y frotándose los ojos, sentado en la cama y a un Kris agachado, terminando de atarse los cordones de las deportivas. -... se.- terminó la monstruo la frase. - Oh... veo que ya no hace falta que os levante...

-Este se ha puesto el despertador para no llegar tarde...- mencionó el macho cabrío de una forma algo despectiva por haberle despertado tan temprano.

-Como dijo ayer Toriel, tengo que dar una buena imagen el primer día.- le respondió el humano.

-¡Si, pero no hace falta levantarse tan temprano!- volvió a decir él.

-Si no, me cuesta mucho más, y bien que lo sabes Asriel.- dijo el castaño saliendo por la puerta y siendo seguido a su vez por la cabrina.

-... Aaaaj...- se quejó Asriel levantándose de la cama para luego abrir el armario y empezar a cambiarse de ropa, pesto que una vez despierto, ya no podía volver a dormirse...

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-Buenos días~. Es hora de levantarse, Barbie~- dijo la monstruo morada ya cambiada con la misma ropa de ayer, tratando de despertar a su prima, la cual solo abrió un poco sus pesados párpados, pudiendo ver así que toda la habitación seguía a oscuras.

-... Hmm~...- miró el reloj de la mesilla sin levantarse de la cama, fijándose en la hora que era. -... No me andes jodiendo, Barnie...-

La rosada volvió a cerrar los ojos y a acurrucarse en la cama como antes, disfrutando de la calidez que la proporcionaban las sábanas

... Hasta que...

-¡AAAAAaarg! ¡MIERDAAAAaaa!- se quejó tapándose por completo con las sábanas a modo de crisálida.

El motivo de aquella reacción por parte de la rosada, era que su prima morada había corrido las cortinas de golpe, dejando entrar la cegadora luz del Sol e irrumpiendo así en la tranquilidad de esta.

-¡Oh, pero mira que Sol tan resplandeciente hay ahí fuera! Sería mejor que cerrara las cortinas...- miró el capullo de sábanas que había encima del colchón. -Pff... ¡Nah...!- negó con una sonrisa burlona para después salir de la habitación y bajar a hacer el desayuno.

-... Pero qué hija de puta...- musitó la rosada aún tapada.

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-Kris, no es necesario ir tan rápido, no vas a llegar tarde a la hora que te has levantado.- dijo Toriel siguiendo a un humano que había salido escopetado hacia el coche con las llaves para ir abriendo las puertas.

-Ayer me dijo Susie que me tocaría en su misma clase.- mencionó este abriendo ya las puertas del automóvil para entrar, haciendo así mención del por qué estaba tan ansioso por llegar al centro educativo.

-¿A sí? ¿Ella está en sociales?- preguntó abriendo la puerta para posteriormente sentarse en el asiento del volante.

-Si.- respondió a secas cerrar la puerta del copiloto para posteriormente abrocharse el cinturón y soltar en el suelo del automóvil la mochila negra que llevaba.

-Entonces si te va tocar con ella.- dijo alegremente a la vez que cerraba la puerta, para después poner el coche en marcha y en cuestión de segundos, ya estaban yendo por la carretera.