*Tock, tock, tock*
El cabrino abrió la puerta de la entrada revelando a una monstruo a reptil de escamas purpureas y cabellera larga y castaña.
-Hola ¿Puedo ayudarte?- preguntó este con una amable sonrisa.
-Busco a Kris.- dijo cortante.
-Oh... hmm... Tú debes de ser Susan, ¿Cierto?
-La misma, pero prefiero que me llamen Susie.- aclaró con tranquilidad. -Y... ¿Tú eres...?
-El hermano mayor de Kris, Asriel.- explicó con el mismo tono simpático de siempre. -¡KRIS, BAJA! ¡TÚ AMIGA HA VENIDO A BUSCARTE!- lo llamó a voces para que le oyera.
-¡Un momento!- se oyó desde el fondo del pasillo.
-Debe de estar en su cuarto, ¿Por qué no mejor pasas y lo esperas en la sala de estar?- ofreció el cabrino.
-Está bien...- respondió entrando en la casa para acto seguido el cabrino cerrar la puerta.
La morada observó todo a su alrededor, apenas había cambiado la decoración, parecía que Toriel miró con lupa para que todo quedará exactamente tal y como estaba hace tres años... La traía tantos recuerdos...
-Mi niño. ¿Quién era?- preguntó cierta mujer albina desde la sala.
-Es...- no pudo terminar de presentar a la morada, puesto que ya lo hizo ella misma.
-Soy yo señorita Toriel, Susie.
-¡Oh, mi niña! ¡Cuánto tiempo!- respondió la cabrina asomándose por la puerta que conducía al salón, llevaba puestas unas gafas y tenía un libro en la mano. -Ven, ponte cómoda en lo que termina de prepararse Kris.
La morada asintió y se sentó en el sofá de la habitación mientras que Toriel volvió a acomodarse en ese gran sillón marrón que siempre usa cuando lee. Esta acomodó el libro sobre sus piernas y pasó a prestarle atención a la invitada.
-¿No crees que has venido algo pronto? Aún quedaba media hora.- comento la monstruo cabrina algo extrañada pero sin dejar de sonreír.
-Si te soy sincera... No sabía que más hacer en casa, a sí que decidí venir ya aún sabiendo que Kris podía no estar preparado todavía.- explicó con tranquilidad.
-Jejeje, es comprensible... Y bueno, cuéntame. ¿Qué tal te han ido las cosas estos últimos años?- preguntó la señora con interés.
-Muy bien la verdad. He entablado una buena amistad con la hija de la señora Holiday.- explicó.
-¡Oh, Noelle! Me alegro mucho, es una muy buena chica... Aunque es una verdadera lastima lo que le ocurrió a su padre, el cáncer es una enfermedad realmente compleja...- comentó con pena en sus palabras.
-Si... Aún la cuesta asimilarlo...
-... Pobrecilla... P-pero, cambiemos mejor de tema... ¿Qué tal las clases?
-...Bueeeeno... Podría irme mejor.- respondió encogiéndose de hombros.
-Oh, vamos mi niña, seguro que con un poco más de esfuerzo lo sacas.- animó esta con una amplia sonrisa.
-Haahhh... Lo intentaré...- suspiró con pesadez.
-Ya estoy.- dijo el castaño asomándose por la puerta de la sala con la misma ropa. -¿Nos vamos ya?
-Ahora mismo.- respondió la de escamas moradas a la vez que se levantaba del sillón. -Nos vemos señorita Toriel.- se despidió ella con una sonrisa.
-¡Pásenlo bien, niños!- se despidió ella con su mano/garra. -Y Kris, recuerda no llegar muy tarde a casa.- recordó esta a su "hijo" con un tono un poco más severo.
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N. 150
Fanfiction[cargando datos...] . . . . [abriendo archivo] -Cada día que pasa me culpo más por lo que le hice a todos aquellos indefensos e inocentes niños, libres de pecado. Los experimentos que hice con ellos, el dolor reflejado en sus tiernos rostros y sus d...