Cap 10

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*sZAAASSsssshh* *sZAAASSsssshh*

El sonido de una correa delgada y certera inundaba todo el lugar, los agudos silbidos que esta hacía al danzar por el aire acompañaban al tosco estallido que producía al chocar contra la piel, componiendo de esta forma una dolorosa melodía que haría aullar de dolor con tan sólo ser escuchada. Pero, a pesar de esto, ni un solo quejido, grito o gemido se oyó escapar de la garganta del pobre infeliz al que estaban maltratando.

*sZAAASSsssshh* *sZAAASSsssshh*
*sZAAASSsssshh*

El irregular ritmo del compás de los latigazos iba en aumento y el volumen de aquella música estridente subía como la espuma, hasta que se detuvo en seco y sin previo aviso.

-... Muy bien...- una imponente voz grave que denotaba cierto grado de autoridad hizo acto de presencia en aquella oscura habitación. -Sentir dolor equivale a debilidad. Nunca le muestres a tu enemigo que a logrado inflingirte daño o de lo contrario continuará haciéndotelo. El acostumbrar tu cuerpo al dolor te hará más resistente, más fuerte... mejor...

Aquel pobre castigado, un simple crío arrodillado y con los brazos abrazados a un póster metálico que no podía soltar por culpa de las gruesas y apretadas esposas que le mantenían encadenado a este, escuchaba aquel discurso mientras su mirada perdida yacía en el suelo. Su espalda estaba al descubierto y finos y alargados caminos de sangre se escapaban de las dolorosas heridas de su espalda, moldeadas por aquél instrumento de tortura. Ardía, pero no se quejaba, puesto que hacerlo significaba empeorar aquello...

-Jhm... Se ve que esto ya no es nada para tí ¿eh?... En ese caso, ya es hora de que subamos un poco el nivel ¿No te parece?- sonrió con malicia el vil torturador, dejando en su sitio el feroz látigo para después agarrar una correa de cuero delgada y fina, no tanto como la anterior, pero esta carencia se veía compensada por los afilados clavos unidos a esta... -Este es mi favorito... rasga la piel y desgarra los músculos. Creo que ya es hora de que comprobemos que tal lo soportas...

...

*zZRRAAASSHhh*

...

-... ¡Ahh...! *Pant*... *Pant*...- el castaño se despertó de golpe con la respiración agitada y con gotas de sudor frío bajando por su frente... Sus ojos brillaban en un suave tono rojizo, pero perceptible en la oscuridad de aquella habitación compartida... Miró hacia la otra cama, aún con el ritmo cardíaco acelerado, y enfocó su visión en un monstruo de pelaje níveo que justo en ese momento se giró para terminar boca arriba, lo que produjo que sus fauces se abriesen y dejasen escapar leves y graciosos ronquidos.

Suspiró aliviado al saber que tan solo se trató de un simple sueño, una de las muchas pesadillas que osaban perturbar su descanso como en la mayoría de sus noches. Volvió a girarse para estar de cara a la pared y cerrar los ojos, intentando así reconciliar el sueño tranquilo...

... Si es que su mente perturbada se lo permitía esta vez...

{...}

*RIIIIIIIIIING*

La clase concluyó con el ruido ensordecedor del timbre que anunciaba la tan esperada hora del recreo ( o receso).

-O-oh, vaya... s-se acabó la clase...- habló para sí misma la tímida profesora Alphys. No esperaba que su hora se acabara ya, sintió que se la había hecho más corta que de costumbre. -¡P-pero esperad, antes de que salgáis...- para cuando quiso darse cuenta, ya la habían dejado sola y con la palabra en la boca.

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2020 ⏰

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