¿Por qué? -Porque ella es mi hija-

71 7 0
                                    

“Las casualidades no existen. Lo que te ha ocurrido acabará teniendo su significado.”

La besé, la besé como si ésta fuera la última vez, y esperaba que no lo fuera. Y ella me devolvió el beso porque… la verdad no tengo la menor idea de porque me siguió el beso, pero lo hizo y era lo que me importaba. ¿Me amaba?, ¿Nos amábamos? A la mierda las preguntas, siento algo y eso es lo que cuenta, ¿no? Joder, sí.

—Pensé que habías muerto —le dije entre besos, desesperado por sentirla aún más cerca, si es que eso era posible. La sentí sonreír entre besos.
—Me faltaba poco—bromeó pero la sentí tensarse, la abracé con fuerza, pero entonces ella gimió y entendí que estaba en serio lastimada. Aflojé mi agarre y la miré a los ojos, aquellos ojos verdosos que tanto ansiaba ver. No sabía lo desesperado que estaba por encontrarla hasta este momento.
—Ya estoy aquí, preciosa—le susurré, uniendo su frente con la mía y escuché una pequeña risa por su parte, aunque su cuerpo seguía demasiado tenso.
—Sí, bueno… También hubiera sido útil que llegaras hace un par de horas antes…

Paró de hablar y yo di un brinco al escuchar un grito proveniente del pasillo, y unos cuantos gruñidos y maldiciones. Mierda, es verdad, hay que largarnos de aquí. Miré a Perl, quien me miraba con sus ojos de niña asustada, lo cual me causó un pequeño hoyo en mi corazón. ¿Tanto miedo le tenía a Frida?, ¿qué clase de cosas horribles le habrá hecho?
Aunque teniendo en cuenta la breve introducción que tuve con ella antes de huir por el pasillo, no cabía duda que era una bruja de perra, o un cabrón… ¿Quién era Frida realmente?, ¿Cole? Joder, Lance deja de pensar y actúa.

—Te sacaré de aquí, preciosa, pero necesito tu ayuda, tenemos que derribar la pared. —señalé la blanca pared a nuestra izquierda, y seguidamente la ayudé a ponerse de pie. Por un momento, una parte de su blusa se movió, y logré ver la parte superior de sus pechos, pero rápidamente giré la cabeza, ruborizándome como imbécil. Joder, sólo tú, Perl. De reojo la vi negar con la cabeza, lágrimas comenzaban a salir de sus ojos. No, no, no llores.
—Es imposible, nada parece quemarlas o congelarlas. Lo he visto, tenemos que irnos de aquí, debe haber otra salida —casi gimió de dolor las últimas palabras. Entonces la dirigí hacia el pasillo, rogando porque Calum mantuviera distraída a Frida, o Cole, ¡quien sea!

Pero fue demasiado tarde. Frida entró corriendo hacia la habitación, con el rostro desfigurado y al rojo vivo, su piel chamuscada y sus ojos ahora blancos y casi transparentes. Retrocedí, con Perl a mi espalda y la arrinconé en la esquina de la habitación, detrás de mí, siendo un escudo humano para ella.
Frida se detuvo delante de nosotros, sonrió macabramente. Maldita sea, ella podría haber sido la versión femenina del demonio en persona.
—Lance, mi niño, ¿por qué has corrido de esa manera?, ¿acaso me tenías miedo?, ¿a mí? —preguntó ella, casi indignada, pero su tono de voz daba a entender que en realidad le valía una mierda obtener una respuesta por mi parte.
— ¿Qué quieres de nosotros? —pregunté, yendo directamente al grano. Ella soltó una risa, histérica, maldita loca.
— ¿Que qué quiero? —sus carcajadas volviéndose cada vez más sonoras en la habitación —. De ti absolutamente nada. Has venido aquí porque he querido divertirme un poco más. ¿Dos amantes trágicos viendo morir el uno al otro? ¡Dios, eso debería ser como una especie de película mental para mi deleite!

Me estremecí ante lo sádico que sonaba aquello, ¿qué coño tenía en la cabeza esa hija de puta?
— ¿Por qué? —pregunté simplemente. Quería explicaciones. ¿Por qué Perl era tan importante para aniquilarla a toda costa?, ¿divertirse con ambos? ¡QUE MIERDA!

—Porque ella es mi hija—una voz se hizo presente en la habitación, y pude reconocerla al instante: Calum. Él entró caminando lentamente, su mirada fija en sus pies. Tenía sangre por todas partes, pero tenía mucho mejor aspecto que Frida. Rápidamente creé una lanza de hielo en mi mano, no sé por qué lo hice, simplemente fue una acción instantánea.

Sol y Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora