Era una noche pacifica en el bosque superno, la luz de luna ingresaba por los pequeños claros que se asomaban por diferentes lugares, en las cercanías de un lago se hallaba un ciervo incauto, desprevenido de las miradas que lo acechaban, tras un ligero ruido de unas ramas quebrándose, de la oscuridad salió con una velocidad abrumadora una figura que directamente se abalanzó al ciervo, el cual no tuvo tiempo de reaccionar pues ya estaba bajo las garras del depredador. Luego de unos escasos segundos la luz lunar permitió ver quién era el responsable de tal acto y no era más que un rubio cenizo que tenía una sonrisa engreída después de haber conseguido la caza de la noche. Unos pasos se escucharon a su espalda, pero él no se inmuto ya que sabía de quien se trataba.
— ¿Qué te pareció eso pelos de mierda? — preguntó con arrogancia
— Fue sorprendente hermano, no por nada eres el mejor cazador de la manada —
Después de cargar al ciervo sobre su espalda decidieron regresar a la aldea pues se habian alejado demasiado luego de haber seguido a su presa por un tiempo por lo que les faltaba un tramo bastante largo que recorrer, sin embargo, su trayectoria fue interrumpida por un sonido que los alertó de inmediato, escucharon varios pasos acercándose de prisa, sabían que no era algo bueno, pues cuando se percataron dónde estaban se dieron cuenta que se habían acercado mucho a la frontera que dividía el bosque con civilizaciones humanas por lo que sabían que esos pasos pertenecían ni más ni menos a cazadores, si bien ellos al ser hombres lobos tenían más agilidad al pelear no los hacía inmunes a las armas de fuego que los humanos portaban; además de no querer llamar la atención innecesariamente. Por lo que decidieron apresurar el paso, no obstante, no previeron que era más de un grupo de cazadores en los a los rededores y en un instante se escuchó un estallido e inmediatamente el rubio cenizo escucho un quejido de dolor a su lado y al voltear a ver su amigo, este estaba agarrándose el brazo mientras sangraba.
— ¡Maldición! — masculló el rubio, entonces escucho que cada vez más se acercaban por lo que tomo uno decisión.
— Kirishima, escúchame bien por qué solo lo diré una vez, quiero que vayas a la aldea y alertes a los demás que hay cazadores en el bosque y que tengan precaución y has que te miren esa herida lo más pronto posible — el mencionado lo miraba escéptico pues no creía que fuera buena idea separarse de su amigo en estos momentos.
— Bakugō no creo que sea lo mejor — contestó serio ante la situación, esperando hacer entrar en razón a su amigo, pues tenía un mal presentimiento de todo esto.
— ¡Has caso mierda! Yo los distraeré mientras tanto — y lo empujó en dirección contraria a la suya, donde él empezó hacer escándalo para llamar la atención; Kirishima aun con dudas no tuvo otra opción más que seguir el plan y corrió lo más rápido y silencioso que pudo para no alertar a los cazadores.
Bakugō al ver que Kirishima se perdía en el bosque, continuó corriendo rompiendo cada rama que se encontrará a su paso para cada vez hacer más ruido, ya cuando escuchó que todos los pasos se dirigían hacia él, ceso todo sonido con la idea de poder escabullirse lo suficiente y perderlos en el proceso, no obstante, en ese momento se escuchó otro estallido que fue directamente a su costado sacándole una mueca de dolor, pero aun así no se detuvo siguió corriendo con la sangre derramándose por montones provocándole un leve mareo que hacía que disminuyera el paso. ¿Cómo rayos podían los humanos ver tan bien en la oscuridad? ¿Y desde cuando tienen tan buena puntería? Pensaba el rubio cenizo mientras intentaba pasar por un claro lo más rápido posible, pero otro disparo fue directo a su pierna derecha haciéndolo caer de bruces contra el suelo; el sonido y el dolor lo dejo aturdido por unos momentos hasta que vio cómo se acercaban un grupo de personas y se arremolinaba a su alrededor.
— Pero mira que tenemos aquí, un lobo joven — habló uno de ellos mientras los demás lo inmovilizaban, por lo que Bakugō empezó a gruñir y forcejear de rabia a lo que en respuesta solo escuchó burlas por parte de los cazadores y entonces logró captar un olor peculiar entre ellos era inconfundible, pero... ¿qué hacia un vampiro con ellos? Eso explicaba por qué los cazadores estaban bien organizados y trabajaban bien en la oscuridad; al parecer el chupasangre era el líder del grupo pues por lo que lograba entender este estaba dando órdenes y al oír que uno le informaba que habían perdido de vista al otro sonrío satisfecho, pues Kirishima había logrado huir, pero la alegría fue efímera ya que se sentía cada vez más mareado por la pérdida de sangre.
— Señor ¿qué hacemos con este? — cuestionó uno.
— Lo llevaremos con nosotros quizás lo podemos vender por algo — enseguida lo tomaron y fue encadenado, no pudo oponer mucha resistencia pues ya no tenía la fuerza suficiente y sin más se dejó llevar esperando que al recuperarse un poco pueda escapar sin ningún problema.
— Y que alguien tape esa herida, que estoy a punto de perder mi autocontrol y succionarle toda la sangre hasta dejarlo seco — gritó el vampiro cuando ya estaban encaminados en lo que parecía ser una caravana en la cual había varias jaulas, algunas vacías y otras con algún desafortunado también víctima de ese grupo que al parecer eran traficantes de criaturas.
Al llegar y sin ningún cuidado lo arrojaron dentro de una jaula haciendo que de la herida se sintiera un dolor punzante, Bakugō reprimió un quejido de dolor para evitar darle gusto a los que ahora lo tenían cautivo, quienes lo miraban con sadismo y antes de poder reincorporarse alguien se acercó a él y sin ningún tipo de delicadeza hizo un vago intento por curar ambas heridas, en este punto él ya miraba todo borroso y hacía todo lo posible por mantenerse despierto pues quería memorizar el camino que lléguese a tomar para cuando sea libre por fin, regresar lo más pronto, sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano, ya que poco tiempo después de ver como cerraban la jaula con candado no supo más de sí, volviéndose todo negro.
Fue abriendo los ojos poco a poco para poder acostumbrarse a la luz que lo cegaba momentáneamente, al parecer era de día y la caravana está detenida en algún punto del bosque, no obstante, había algo diferente, porque no reconocía esa área en particular, fue cuando se dio cuenta que ya no estaban en el bosque donde había sido capturado, sino que se encontraba en otro que no conocía de nada, maldición ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? Pensó.
— Por fin despiertas lobito, un día más y te dejábamos a tu suerte, una semana era más que suficiente para que te recuperases —
Bakugō se sorprendió ante lo dicho, llevaba una semana a merced de ellos, sin embargo, a pesar de su asombro logro ocultarlo bien, empezando a gruñir de manera defensiva ante el individuo que tenía adelante — vampiro... — escupió con desdén para lanzarse contra los barrotes que lo aprisionaban, pero no pudo hacer mucho pues se percató que una cadena detenía sus muñecas y otra de ellas se dirigía específicamente a su cuello — ¡Bastardo, suéltame! — gritó hecho una furia, ignorando por poco el dolor que aún tenía en el costado, porque aunque tuviera una curación más rápida que un humano normal no quitaba el hecho que el proceso fuera menos doloroso.
— No, no, no lobito, no puedes salir de allí al menos no por ahora, por que he decidido que serás un regalo para un amigo así que acostúmbrate a tener dueño pues no podrás escapar nunca — sonrío cínicamente para luego continuar — además si te abres la herida, esta vez no creo poder controlarme lo suficiente, después de todo tu sangre huele exquisita.
— Me la pagaras maldito murciélago —
El otro empezó a reír ruidosamente mientras se alejaba de donde estaba Bakugō quien estaba tratando de liberarse de las cadenas pues sabía que, si no escapaba pronto estaría en serios problemas, además de no saber a qué tipo de criatura sería entregado y él no estaba dispuesto a doblegarse ante nada y no se rendiría sin antes dar lucha.

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Noche Roja [Todobaku]
FantasyUna noche de caza termina siendo un problema para Katsuki Bakugō un hombre lobo joven que después de distraer a los cazadores para dejar escapar a su amigo, es capturado y llevado en contra de su voluntad a un reino que jamas pensó que vería y desea...