Unas horas antes
En medio de la cueva Crystallo se hallaban tres presencias, discutían que proseguiría a continuación, pues parecía que Shōto y Katsuki llegarían antes de lo planeado, pero su llegada no era lo que realmente les preocupaba, más bien era la reacción que tendría el vampiro bicolor al enterarse de la situación, esperaban que lo tomara de la mejor forma posible y que no se cerrara cuando tenga que escuchar los motivos, aunque miraban un poco complicado esa parte, pues gracias a Endeavor, el vampiro tenía una paciencia algo limitada y ellos lo conocían bien.
— Madre ¿crees que Shōto entienda? — cuestionó Natsuo.
— No lo sé hijo, esperemos que esté dispuesto a escuchar — contestó Rei.
— Voy a tener que usar mi habilidad con él para detenerlo, porque lo más seguro que primero se enfurecerá, sabes lo impulsivo que puede ser a veces — explicó el peliblanco.
— Creo que tienes razón.
La que se mantenía al margen de la conversación era una peliverde, que miraba distraída en dirección a donde estaba la celda, sabía que Midoriya, ya estaba despierto y eso la inquietaba un poco, no estaba lista para enfrentarlo y ahora gracias a Natsuo tendrá que hacerlo, no son las mejores circunstancias, pero no quedaba de otra.
— ... ¿Tú qué opinas Inko? — preguntó la peliblanca, sacándola completamente de sus pensamientos.
— Perdón Rei ¿qué decías? — se disculpó, pues no había prestado atención en lo absoluto.
— Midoriya está despierto ¿verdad? — dijo la reina, mirando acusatoriamente a su hijo el cual solo desvió la mirada un tanto nervioso — Inko, ya sé que lo hemos hablado incontables veces, pero no crees que ya va siendo hora que hables con él, se nota que lo extrañas.
La peliverde suspiró rendida, ya que sabía que de esta no podía escapar y tampoco podía aplazar más tiempo el encuentro que tanto había evitado — Creo que era inevitable que este día llegara, pero no esperaba que fuera tan pronto.
— Lo sé Inko, pero como tu amiga te digo que es lo mejor, no puedes huir de él toda tu vida.
— Lo mismo pensaba yo — intervino el único hombre del lugar, tratando de justificar sus decisiones, a lo que solo recibió una mirada seria de ambas vampiresas — ¡Esta bien me calló! — se defendió.
— Bueno, ya va siendo hora de que me vaya — dijo la reina.
— Madre, creo que sería mejor que yo fuera.
— No Natsuo, esto no requiere de fuerza, es algo más de sigilo y estrategia, por lo que podría usar algunos trucos que conozco bien. Además, necesito que controles a tu hermano hasta que regrese con ella.
— ¡Agh! Solo mi hermano es capaz de conseguirse una pareja igual de compleja que él — dijo con un puchero en su rostro a lo que su madre se rió.
— A veces el destino puede ser complicado, pero tengo fe en ellos dos, lo puedo presentir — comentó de último para luego marcharse y perderse en la oscuridad del bosque, mientras era observada por los dos vampiros que quedaban en la cueva.
El peliblanco se giró para ver a la vampiresa, la cual le regresó la mirada — Inko, sé que no me incumbía lo tuyo con tu hijo, pero Midoriya es de los mejores vampiros que he conocido y sé que volver a ver a su madre puede ser algo bueno para él... además creo que necesitara consejos en el amor — lo último lo dijo con picardía que no pasó desapercibida para la peliverde e inevitablemente soltó una ligera risa.
— Supongo que sí, mi hijo puede ser muy despistado en ocasiones y por lo otro no estoy feliz que lo hayas hecho de esta manera, pero tu madre tiene razón no puedo evitarlo toda la vida, solo necesito prepararme.
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Noche Roja [Todobaku]
FantasyUna noche de caza termina siendo un problema para Katsuki Bakugō un hombre lobo joven que después de distraer a los cazadores para dejar escapar a su amigo, es capturado y llevado en contra de su voluntad a un reino que jamas pensó que vería y desea...