Capítulo XXXIII - Pesadillas

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Habían transcurrido un par de días desde su llegada, sin embargo, después de que el hombre lobo se fuera dejándolo solo, se encerró en esa habitación. No salía en lo absoluto, ni para alimentarse. Izuku estaba preocupado, trataba de razonar con él a través de la puerta, pero nada de lo que decía daba resultado. La única respuesta que recibía era "estoy bien".

Kirishima procuraba no entrometerse más de lo debido y Bakugo lo ignoraba por completo, aunque por dentro se encontraba casi igual de preocupado que Deku. En el caso del demonio había regresado con la princesa para reportarle la situación de los invitados a su mansión.

Mientras tanto, dentro de la habitación, Todoroki se mantenía recostado, cada cierto tiempo se retorcía de dolor. Podía sentir como esas venas negras cada vez escalaban sobre su rostro, eso solamente causaba que sintiera como si miles de cuchillos perforaran su piel.

Sus colmillos sobresalían y lastimaban su labio inferior cuando lo mordía con fuerza, tratando de callar cualquier quejido que saliera de él. De vez en cuando se quedaba dormido, pero a pesar de que antes eso lo calmaba y le generaba un poco de alivio, todo fue cambiando desde que empezó a soñar, o más bien, a tener pesadillas. Eran tan intensas y vividas que a veces juraba que realmente pasaron.

Lo peor era que siempre trataba de lo mismo, es decir...

Muerte.

Continuamente soñaba con que alguien moría y aunque para él, la muerte no es algo que le aterra en sí, el ver como aquellos que estuvieron alguna vez a su lado desaparecían frente a sus ojos sin poder evitarlo, le causaba de cierta manera una inquietud paralizante. Sabía que su estabilidad emocional fluctuaba debido a lo mal que le estaba haciendo el maldito veneno, pero también sabía que muy en el fondo, él, realmente no era tan indiferente con los demás.

Dejo de maldecirse a sí mismo para el cuarto día, ya no tenía caso para este punto, odiaba que otros lo vieran vulnerable, le hacía recordar los días de antaño donde inició su entrenamiento, obviamente dirigido por el estúpido de Endeavor, para ese entonces recién tenía la herida en su rostro provocada por su madre, pero poco le importaba a su progenitor que no estuviera en condiciones, pues solo hizo que se volviera más intenso con sus exigencias, sin embargo...

Eso ya es pasado.

Lo que si tenía claro, era que desde esa época se había prometido no mostrar debilidad, pero la situación de ahora empezaba a superarlo.

Ya en el séptimo día, lejos de dirigir su ira hacia él, ahora culpaba enteramente al veneno que lo cansaba de forma gradual y lo aturdía lo suficiente como para hacerlo pensar cosas que hace mucho había decidido ignorar. Trataba de respirar calmadamente, pues se había percatado que si se altera demasiado, aquellas venas negras avanzan con mayor velocidad.

Durante esa noche, podría decirse que tuvo una de las peores pesadillas.

Comenzó como usualmente lo hacía, él, solo en el bosque, en una noche oscura; trató de caminar, aunque siendo honesto no tenía rumbo alguno, pues ni siquiera sabía en qué lugar se encontraba. Luego de lo que sintió fueron horas, por fin, algo se fue transformando a su alrededor, pero lejos de ser algo bueno, más bien, era completamente lo opuesto.

Llamas consumían los árboles, era como si el fuego se los devoraba lentamente hasta convertirlos en cenizas que desaparecían con un simple brisa, borrando todo rastro de vitalidad de cualquier vegetación que hubiese existido en aquel sitio. A pesar del caótico y lúgubre escenario, decidió seguir avanzando, aunque realmente se sentía obligado a hacerlo.

Las nubes se volvieron cada vez más espesas, hasta el punto de empezar a cubrir cualquier vestigio de luz que pudiera provenir de la luna, haciendo que la oscuridad creciera como un monstruo que consumía todo a su paso; todo sonido quedo en el olvido, el silencio era tan abrumador, incluso para él, que lo único que escuchaba era su respiración y la de sus propios pasos que empezaban a generar un eco escalofriante.

Noche Roja [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora