Alfa guardian 🔞 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓶𝓲𝓷 (En Edición)

Epilogo

Jimin se dio cuenta de dos cosas:

1.- Formar parte de una academia de baile tan prestigiada como lo era la academía de baile de Berlin era exhaustivo, estresante y desgastante.

2.- Todo el cansancio valía la pena si al llegar a su departamento encontraba a su persona favorita preparando la cena o trabajando desde su computadora, para llenarlo de mimos. Justo como esa noche.

-¿Cómo te fue bebé?- el mayor depositó la laptop en la mesa en frente del sofá y abrió los brazos ofreciendo refugio.

-Mi pareja de baile se fracturó la tibia y debo hacer un solo que es completamente diferente al baile que ya había aprendido, la profesora comenzó a gritarme en alemán por no hacerlo perfecto y solo entendí los insultos, mi pantalón se rompió en la prueba de vestuario porque la estilista no uso tela que se estira, fue horrible Yoonie- se sentó a horcajadas sobre el mayor y recargó su cabeza en el espacio entre su cuello y su hombro, oliendo esa esencia tan característica. -Yoonie- el aludido contestó con un sonido afirmativo informando que escuchaba. -Quiero que me marques- el mayor se tensó y lo obligó a mirarlo a la cara.

-¿Estás seguro? La decisión de esperar la tomamos porque si estás marcado es más difícil- Jimin cubrio los labios del mayor con los propios en un casto beso.

-Parte de mi día malo es justamente eso, un profesor se me insinuó para garantizar un papel en la puesta en escena de fin de curso, y yo soy solo tuyo, si eso necesito para ser protagonista no lo quiero, regresaré a corea y enseñaré, realmente no necesito que me vean, enseñar suena bien para mi- Yoongi besó el puchero formado en sus labios favoritos.

-Yo quería algo romántico, pero saber que un profesor intentó robar a mi mochi me está descontrolando- la vena de su cuello se marcaba por el autocontrol manejado. Jimin pasó su lengua por ella y succiono justo en la base del cuello, sintió como el cuerpo del mayor reaccionaba a su tacto. 

-¿Quién está pidiéndote que te controles?- Yoongi tomó ambos muslos y se levantó con el menor en brazos, Jimin abrazó su cuello y atacó los labios contrarios con succiones y ligeras mordidas sin llegar a profundizar el contacto de ambos labios. Yoongi recargó la espalda de Jimin contra la pared de la sala y bajó el pantalón de chandal del menor junto al boxer dejando toda el area libre pero sin deshacerse de la ropa, abrió la bragueta de sus jeans y alineó su miembro en la entrada, sintió un objeto golpear su glande y levantó ambas cejas.

-¿Cuando?- preguntó y con sus dedos acarició el pequeño diamante que adornaba su entrada, lo sacó un poco y lo introdujo nuevamente haciendo temblar al menor.

-Después de la ducha, conduje con eso todo el camino- hizo un puchero que se convirtió en una sonrisa coqueta. Bajó a Jimin al suelo y con prisa lo despojó de la ropa, se quitó el mismo su pantalón y acarició su pierna sujetó su muslo y comenzó a subirlo hasta lograr una abertura de 180° juntó ambos pechos desnudos y retirando el plug anal de un rápido movimiento se introdujo sin cuidado, llenando por completo a Jimin que golpeo la cabeza contra la pared cuando una oleada de placer lo atravesó.

El vaivén lento comenzó a subir de intensidad, Yoongi volvió a tomar ambos muslos y lo alzó, con ayuda de Jimin alineo su miembro nuevamente y penetro fuerte y profundo golpeando su próstata. La fuerza del mayor para mantenerlo en posición demostraba el poco control que tenía sobre sí, penetro rápido y certero y cuando estaba a punto de terminar besó nuevamente a su pequeño, su alma gemela, su pareja predestinada.

-¿Estás seguro?- preguntó una vez más, Jimin asintió desesperado y entonces tras un par de brutales embestidas Yoongi se corrió y mordió el cuello de Jimin, los dientes perforaron la piel y el cúmulo de sensaciones llevó al omega al orgasmo más intenso que había tenido hasta el momento. -Mi mochi- la posición en la que habían terminado no era muy cómoda, pero no era insoportable. Se habían negado tanto tiempo el privilegio de pertenecerse formalmente que poco importaba que no hubiera sido románticamente como Yoongi quería, o que haya sido contra una pared, el lazo que ahora compartían era irrompible y nada lo cambiaría. Se pertenecía por y para siempre.