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Era un día relativamente tranquilo, aburrido y rutinario, volvería a la empresa para arreglar unos documentos sobre la adquisición de una compañía, una más pequeña. Yo con tan solo 24 años ya era considerado uno de los hombres más ricos y poderosos de todo Asia, esto gracias a mis difuntos padres, que durante años hicieron crecer la empresa de tecnología más grande del país, tras su muerte tuve que tomar el cargo a la temprana edad de 17 años, gracias a que la vida no me odia lo suficiente pude mantener esto a flote con ayuda de mi tío.
Tome uno de los autos que tengo y me dirigí al trabajo, una vez llegué note como una ola de personas se acercaban al automóvil del que aún no había bajado, todos estaban eufóricos, gritaban y hacian preguntas- ¿Empresario Min, puede explicar lo que esta ocurriendo? ¿Por qué actuaron de esa forma? ¿Habrá algún cambio? ¿Es cierto el tema de sobreexplotación laboral? ¿Señor Min?-

Sabía que Sungjae tenía algo que ver con lo que estaba pasando, el siempre se encarga de vender información de la empresa con el fin de hacer marketing, ese es su trabajo, pero ahora parece que se le fue de las manos. En un momento eche el automóvil de reversa para salir de aquél caos e irme a estacionar a otro lugar, uno más lejos donde no pudieran seguirme, parecía que el centro comercial era un buen lugar, tendría que caminar un poco, pero podía pasar desapercibido pues entraría por el portón trasero. Estacione el auto y baje, note cierta calma en aquel estacionamiento, pero no me malentiendan se me hacía demasiado extraño, era temprano, es cierto, pero no cambia el hecho de que sea uno de los centros comerciales más concurridos de la zona. Aseguré el auto y comence a caminar hacía la salida, pero en ese momento escuche voces, y en cuanto más me acercaba eran más claras, de pronto comencé a diferenciar gritos, gritos de ayuda, así que corrí aquella voz, cuando llegué mire una escena miserable, tres jóvenes de aproximadamente 22 años golpeando a otro que yacía en el suelo, el último estaba en posición fetal mientras gritaba. Aquellos jóvenes voltearon la mirada cuando notaron mi presencia, fue el momento en el que pararon y uno de ellos me dirigió la palabra.

-¡Largate, este no es tu asunto!- grito con rabia el de cabello rubio.

-¿¡No escuchaste!? ¡Qué te largues!- apoyó uno de los idiotaz.

Mire hacía el suelo y ví aquel chico tan indefenso, normalmente pasaría de largo y ya, pero él me recordaba a algo o alguien.

-Déjenlo- Exclamé por fin, sin titubeos y mostrandome firme.

El rubio que en mi opinión parecía ser el más idiota de los tres comenzo a reír.

-¿Quién crees que eres? Por favor, hazte un favor y largate o me molestarás más de la cuenta y terminaras como este escarabajo- Hablo el rubio.

Simplemente tome mi teléfono y aprete un botón, en 3 minutos dónde ellos no dejaban de mirarme llegaron 5 guardaespaldas. Ellos sorprendidos no perdieron tiempo y comenzaron a correr, dejando al chico que ahora se encontraba levantándose.

-Gracias- Dijo por fin.

Sin ninguna respuesta de mi parte decidí dar vuelta para que por fin pudiera dirigirme a la empresa.

-Jin...¡Me llamo Kim SeokJin!-

Me detuve sólo para mirarlo, en ese momento me di cuenta del bello rostro de aquel chico.

-Jin- Dije como si no quisiera olvidar ese nombre.

Estuvimos mirandonos unos segundos hasta que volví hablar.

-¿Necesitas que te lleve a algún lado?-

-No, bueno, quizás si, pero no quiero ser más una molestia- Se notaba tímido.

-Bueno, ya lo fuiste, así que no puedes serlo más, permiteme llevarte- Hable frío, no puedo hacer más por él que eso.

-¿Sólo tú o ellos vienen también?-

-Sólo yo, si eso prefieres. -

-Bien, sólo tú. -

Fue ahí, cuando me sonrió, no estaba seguro, pero sabía que no podría olvidar a ese chico tan fácil. Le hice una seña con la cabeza, así le mostré dónde estaba mi auto, le pedí a los guardaespaldas que se retiraran.

Subimos al auto y sonreí sólo por la pregunta que le haría a continuación.

-¿Normalmente te subes a autos de desconocidos sólo así?- Él me miro y respondió.

-No, sólo de los qué me salvan el pellejo contra tres imbeciles del instituto.-

Seguido de eso puse la mirada hacía enfrente.

-¿A dónde?-

-Al insituto UACL, por favor.-

Asentí y comencé a manejar, el silencio duro todo el viaje, el cual solo duro 15 minutos. Una vez que llegamos salió del auto rápido y se enfrento a mí.

-¿Quieres salir mañana en la noche con unos amigos? Iremos a un autocinema que se encuentra fuera de aquí, como a 30 minutos.- Rápido y conciso.

-¿No sabes quién soy? Si quieres una cita deberás investigar de mí y así sabras a dónde iríamos.- De nuevo estaba a punto de arrancar cuando volvió a hablar.

-Min Yoongi, empresario, dueño de una de las empresas mas ricas y poderosas de todo el continente y también uno de los solteros más cotizados del mundo.-

Cuando estaba a punto de responder un chico alto, con cabellera castaña, una hermosa sonrisa, perfil filoso, piel canela y entusiasta abrazo a Jin.

-¡Jin Hyung! ¡Creí que no llegarías y me dejarías sólo!- Se notaba que era un dramático por excelencia.

-Hoseok, por favor, estoy intentando invitar a este chico a la noche de mañana, ¿podrías darme un segundo?- Se notaba que Jin estaba incómodo y un poco molesto.

-¡Vamos, Jin! ¿Quieres eso? Solo dame ese segundo y él estará mañana ahí- Exclamó seguro aquel castaño.

-Seok Jin- Hable por fin. -Si él me convence iré- Fui determinante, ese chico estaba demasiado seguro, sabía que no podría así que mataría dos pajaros de un tiro, uno por que tenía que hacerlo y el otro por diversión.

-Bien- Jin se miraba furioso y se fue.

-Entra- Le dije lo más calmado que pude a ese castaño.

En seguida entro, cerro la puerta y me dirigió la mirada.

-Jung Hoseok, un placer- me sonrió.

-¿Estas acostumbrado a quitarle la atención a Seok Jin? - Lo atacaría de una forma educada.

-No, la verdad es que no, Hyung siempre obtiene la atención- Se quedó pensando un rato y hablo. -Incluso la tuya ¿no es cierto?

En ese momento lo miré.

-Puede que si, pero ¿No deberías convencerme de salir con ustedes mañana?

-¿Convencerte?- Después de esa pregunta comenzo a reír un poco. - No, no voy a "convencerte" irás mañana por que querrás, no importa quien seas, sólo irás.

-¿Por qué estas tan seguro?

-Bueno, no hay nadie como SeokJin y tu vida parece aburrida con tantos lujos, podrías acompañarnos y vivir un rato, como un chico común. - Dicho esto no espero mi respuesta y salió del auto, sin mirar atrás, se había ido.

Quizás no olvidaría a SeokJin, pero sería por que gracias a él conocí a Hoseok. En definitiva este día era el más raro que había tenido en un largo tiempo.

UNwaveringDonde viven las historias. Descúbrelo ahora