Dominación (Traducción)

Capítulo 11

"¿S-Sam?" Tucker gruñó débilmente, su pequeña voz en la silenciosa oscuridad.

La chica gótica gimió dolorosamente desde algún lugar lejano. Estaba en el suelo abrazando a Valerie, tratando de mantenerme fuerte sin temblar para la niña en mis brazos. El frío alivio se apoderó de mí cuando me di cuenta de que ya no había sonidos de golpes provenientes del exterior del deslizador. Sin embargo, una luz tenue y brillante entraba por la ventana, bañándonos a todos en tonos verde océano. Un dolor punzante comenzó a golpear en mi cabeza, confundiendo mi mente mientras trataba de entender lo que acababa de suceder. ¿Volamos por la puerta? Valerie gimió de dolor, y de repente todo en mi turbia mente se aclaró.

"¡Valerie!" Jadeé, obligándome a levantarme. "¡Necesito el botiquín de primeros auxilios! ¡Tucker!"

"Ya, ya lo tengo, Sra. F." Él sonrió delirantemente, tropezando hacia mí y dejando caer algo sobre mis rodillas.

"Gracias, dulzura." Respiré "Ahora ve a ver a Sam, asegúrate de que esté bien".

"Estoy bien." la chica gótica se quejó, murmurando, "Aunque no me importaría tomar algunas aspirinas..."

Miré a Valerie, su casco ya estaba apagado. Estaba consciente, gracias a Dios, pero inquietantemente pálida. Se giró para mirarme con una sonrisa débil, haciendo algo con los hombros que parecía encogerse de hombros, pero la hizo estremecerse.

"Vamos Valerie, no te muevas tanto. Tienes algunas heridas de garras desagradables en tus hombros y brazos". Dije con la garganta apretada.

"Estoy bien." Dijo, sacudiendo su cabeza.

Valarie se mantuvo fuerte mientras limpiaba suavemente la sangre, aplicaba una crema antibiótica y una gasa donde lo necesitaba. Una herida punzante de aspecto doloroso en su muslo necesitaba atención extra. Parecía que una de las criaturas había intentado agarrarla con sus garras, pero luego fue empujado. Valerie apenas dijo una palabra mientras envolvía con fuerza cada herida, respirando lenta y profundamente como si hubiera hecho esto antes.

"Bueno." Me forcé a salir, pestañeando la humedad en mis ojos. Parecía estar manejando esto mejor que yo. "Eso es lo mejor que puedo hacer, cariño".

"Gracias Señora Fenton". Valerie hizo una mueca, sentándose lentamente. Tucker inmediatamente se inclinó para ayudarla, ignorando la mirada seca que le dio.

Observé con una sensación de vacío en el pecho, mis ojos seguían a los dos adolescentes mientras se deslizaban hacia el banco detrás de ellos. Tucker sentó a la joven mujer a su lado, con el brazo todavía alrededor de su hombro. Sin embargo, su expresión era de profunda preocupación, mirando a Valerie mientras exhalaba de alivio. No sabía qué sentir, viendo a dos adolescentes que estaban asustados y heridos por mi culpa.

"Chicos..." La voz lejana de Sam cortó la miserable niebla que se asentaba en mi cabeza, sacándome de mis pensamientos. No podía dejarme distraer ahora. Todavía estábamos en la zona fantasma y aún teníamos que llegar a casa. Eso es todo en lo que tenía que concentrarme.

"¿Que pasó?" Pregunté de repente, recordando los pájaros atacantes y la puerta que se acercaba. ¿Cómo no nos habíamos estrellado? Sam caminó rápidamente a mi lado, ya comenzando a abrir la escotilla. Había una sonrisa extrañamente emocionada en su rostro.

"En la zona de los fantasmas, las personas son los fantasmas. Cosas del mundo real como nosotros y este deslizador simplemente vuela a través de las cosas aquí". Ella explicó a toda prisa, abriendo la escotilla, "Tucker, ¿Necesitas ayuda con Valerie, o...?"

"Estoy bien." la joven cazadora respondió secamente, de mala gana, aceptando la ayuda de Tucker. Me volví hacia la otra chica de nuestro grupo, todavía confundida acerca de la situación y no me gustaba.