— ¿Deberíamos preocuparnos porque ChangBin aún no sale de la habitación de Jisung?— preguntó JeongIn con cierta inocencia y miedo. SeungMin negó rápidamente atrayendo al menor hasta sus brazos para luego dejar un beso sobre la frente de este.
— No lo creo.
Murmuró en dirección hacia la dichosa habitación que se mantenía en silencio. Dentro de ella, ChangBin aguardaba a un lado de la cama en busca de que Han despertara. Sus ojos estaban cerrados, pues el cansancio lo había vencido a ciertas horas de la noche.
Se removió un poco, su cuerpo dolía debido a la posición en la que había quedado.
ChangBin abrió sus ojos con la esperanza de que el día fuera mejor. Dirigiendo su vista hacia Han, se paró para buscar los productos, medicinas y herramientas médicas necesarias para curar aquella herida que parecía ir en mejoría a comparación del menor.
Comenzó a curar la herida más grande del menor, así como otras más pequeñas que habían en su frágil y delgado cuerpo. Entre ellas se encontraban algunos rasguños, o golpes que sobaba lentamente para evitar que la sangre se acumulará ahí.
Había desarrollado un papel de médico perfecto.
Escucho un pequeño quejido de la boca del menor, que lo hizo voltear en dirección al rostro de este. Los ojos de Jisung comenzaron a abrirse lentamente hasta que llegaron a su límite medio.
Los labios de ChangBin se curvaron en una sonrisa que mantuvo cuando se acercó a el menor. Quién lo miró con clara sorpresa.
Seo apretó sus labios, intentado retener su voz quebrada así como también sus ganas de llorar. Acercó sus manos hasta el cabello de Han, acariciando mientras esté parecía disfrutar de aquel tacto.
Jisung no pudo retener sus lágrimas, dejándolas salir a medida pasaban los segundos una tras otra que comenzaron a adornar su rostro de aquella tristeza que había sabido esconder durante todo el tiempo que estuvo separado del contrario.
— Me alegra— murmuró ChangBin tartamudeando, su voz estaba en un hilo así como también toda su fuerza para evitar verse débil— que hayas despertado.
Sonrió, listo para alejarse del menor, quien esforzando un poco su cuerpo logro elevar su mano derecha hasta el contrario, deteniendo lo por unos escasos segundos pero los suficientes como para argumentar aquellas palabras que tanto le quería decir.
— Lo siento— susurró.
El cuerpo de ChangBin se tenso, sentía que en cualquier momento comenzaría a temblar y todo su esfuerzo por superar y mantener alejado el dolor durante todos estos años, se iría a la basura junto con sus deseos de vivir una nueva vida.
Se giró para soltarse gentilmente del agarre débil que el menor tenía sobre su mano. Dándole una pequeña sonrisa al contrario, se dispuso a caminar hasta la salida mientras les avisaba a los demás que Jisung había despertado.
Todos se encontraban en silencio, quizás tenían una idea de lo que había pasado adentro. Pero nadie era tan desvergonzado como para preguntar tal cosa sabiendo lo hiriente que era para ambos.
SeungMin y JeongIn entraron a la había rápidamente. Mientras que Minho se quedó parado tras ChangBin, observando cómo el cuerpo de este comenzaba a temblar y perder la fuerza con la que se había mantenido.
Soltando un leve suspiro, rodeó con sus brazos al menor. Dándole unas suaves palmadas en la espalda en busca de que esto lo reconfortará un poco, mientras tanto ChangBin se rompió en los brazos de Minho como un vaso de cristal, aferrándose al pecho de este mientras tiraba levemente de su camisa.
— Podrán solucionar las cosas— Lee trato de animar a su amigo — solo, debes esperar un poco más. Ser un poco más fuerte.
ChangBin no dijo nada, únicamente siguió llorando mientras Jisung en la habitación, hacia lo mismo.
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