Minho se mantenía quieto al lado de MinGi, realmente no había mucho que pudieran hacer en aquella fiesta y era demasiado lujosa para su gusto. Sobre todo para el de Lee, después de todo ellos se habían criado en un ambiente social un poco más nulo, no estaban acostumbrados a ser parte de las grandes multitudes pues preferían moverse entre las sombras.
— Minho-ssi— un hombre se acercó a hablarle, parecía bastante joven aunque no podía deducir esto completamente debido al antifaz que portaba— quizás debería convencer al amo Hwang de que regresen a su casa pronto.
Miró en dirección hacia el pelinegro, notando cómo se mantenía apoyado en HongJoong quien parecía buscar ayuda con su mirada. Rápidamente, tanto MinGi como Minho se acercaron, el primero frunció su ceño notando como pequeños puntitos de color rojo se reflejaban en la pared. Dirigió su vista nuevamente hasta su jefe y el pelinegro, sin esperar o decir una sola palabra, lanzó a los tres chicos al suelo consigo.
— ¡Todos abajo!— grito.
Todas las personas presentes cayeron lo más rápido posible en cuanto varios disparos comenzaron a romper los cristales de aquel lugar, se estrellaban en lugares al azar, sin una dirección fija, se escucharon gritos por parte de personas que habían recibido un impacto. Minho tomo a HyunJin de los brazos de HongJoong, estaba casi inconscientemente, por su mente paso la idea que todo se trataba de un complot aprovechando que grandes personajes de la mafia estaban ahí.
Y sabía que persona los organizaba.
Se arrastraron por el suelo, tratando de que ninguna de las balas que disparaban los francotiradores que probablemente estaban desde algún edificio, medio de transporte aéreo o incluso algunos infiltrados en la fiesta. HongJoong y MinGi los siguieron, en el momento en que estuvieron fuera de aquella sala, rápidamente se levantaron corriendo de aquel lugar.
Minho cargo a HyunJin quien había perdido la consciencia totalmente, estaba dormido.
Bajaron las escaleras rápidamente siendo interceptados al final de estas por un grupo reducido de hombres parte de aquella reconocida mafia china.
— Me parece que su jefe deberá venir con nosotros.
[...]
— Una confrontación entre líderes de la mafia se encuentra cerca de los alrededores, The Arch— Yong Ah giró hacia la dirección indicada, acelerando el ritmo que llevaban en el automóvil. Chris miraba a través de la ventana con curiosidad.
— ¿Una confrontación?— pregunto un poco incrédulo, SeungHun tras él, pareció escuchar su pregunta.
— Al parecer hubo una disputa entre jefes o grupos en la mafia, lo más seguro es que sea por territorio o compradores.
Yong Ah escuchaba atentamente lo que los menores decían. Observo de reojo a Bang observando que esté se mordía el labio.
— Quieres decir algo. Hazlo.
Ordenó.
— Si fuera una disputa por territorio, no existiría la necesidad de llamar tanto la atención mucho menos en una zona tan transitada como está, los eventos que se realizan acá son un lujo— expresó.
— ¿Que quieres decir con eso?— SeungHun le miró.
— Creo que más bien, era una fiesta de miembros ejecutivos, si lo pensamos, la idea de una reunión o fiesta entre ejecutivos no suena tan descabellada. Sumado al lugar, puede sonar como una fiesta casual, nadie sospecharía de que son líderes de la mafia quienes se encuentran en el edificio, en cambio, si fuese un enfrentamiento por territorio, la idea de tomar rehenes, ser precavidos e incluso tomar una zona marginal para que sea más fácil deshacerse de las evidencias, suena más creíble.
— Parece que sabes mucho— Yong Ah hablo sin ninguna pizca de emoción, su ceño estaba fruncido, mientras sentía la sangre hirviendole por dentro, pero se controlo.
Bang se dió cuenta de eso, negó rápidamente dándose cuenta que había hablado de más.
— ¡Oh, no! Solo son suposiciones.
— Si estuvieras en la mafia, seguro serías una gran mente maestra. Un buen asesino— hablo, provocando que Hun observará a ambos.
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