Cartas Parte II

5.3K 488 21
                                    

"Dime, ¿alguna vez tendré el placer de conocerte? A este paso voy a pensar que eres simplemente un juego para una persona que me quiere tomar el pelo".


"No, por favor, no pienses eso. Me partiría el alma que lo hicieras. Una parte de mi quiere que sepas quien soy, pero si doy la cara, temo no volver a hablar contigo nunca más.

Realmente te quiero, princesa".


"Muéstrate. Cobarde".


"He oído que has vuelto a pelearte con Todoroki-san. Creo que deberías dejar de hacerlo, solo te hace mal. Me preocupas cada vez más, se me retuerce el corazón cada vez que veo una nueva herida en tu tersa piel. 

Cuídate. Te quiero, princesa".


"Dejaré de pelear con Todoroki cuando tú te presentes a mi".


"Espérame este viernes después de clases, detrás de los dormitorios en el árbol de cerezo. Iré a verte.

Te quiero princesa".


Al volver a leer esa frase se le erizó la piel, como cada vez que la leía. Realmente amaba las cartas, la forma en la que estaban escritas y la manera en la que las palabras en el papel le causaban sentimientos más allá de una simple admiración hacia su escritura. Sin duda iba a ir a verlo, estaba ansiosa por saber quién se escondía detrás de esas lindas palabras que la alegraban día a día.

El viernes, casi corriendo la de emoción, fue al árbol de cerezo a esperar a su "amante". Esperó. Y esperó. Y esperó. Pero el nunca llegó a aparecer. Ella nunca lo llegó a ver. Una lágrima se resbaló por su mejilla, sintiéndose ridícula. "¿Cómo he podido caer en algo así?", se cuestionaba, con un profundo dolor en su estómago. 

En ese momento, cuando se le encogía el corazón, solo podía pensar en una persona. Todoroki Shōto. No era un sentimiento nuevo para ella, pero hacía el mismo efecto: la quemaba. Seguía siendo igual de doloroso y la hacía querer gritar y prenderlo todo en llamas, como le pasó aquel día. El día en el que de rabia, empezó a arder. El día en el que incendió su edificio. El día en el que mató a su madre. El día en el que tiró la carrera de su padre al vacío... Solo por enamorarse de la persona equivocada. No se declaró, no pasó nada en especial. Pero el echo de estar tragándose sus sentimientos la devoraba por dentro. En ese momento se encontraba tan tremendamente dolida, que no pudo ver la realidad de las cosas. No pudo soportar la idea de que todo había sido culpa suya, aunque no lo fue, y descargó todo su odio hacia aquel chico que tenía la misma mirada que su padre.

A la mañana siguiente no recibió ninguna nota. Ni al día siguiente. Ni al siguiente. Ni al otro. ¿Dónde se había quedado todo ese amor que le manifestaba en las cartas? ¿Dónde se había quedado ese "te quiero, princesa"? Todo era falso, una asquerosa mentira.


_____ caminaba por los pasillos del colegio, dirigiéndose a su clase.

- ¡Ja, ja, ja! ¡Mírala! ¡Es la copia barata de Todoroki-san! -se oyó reír a uno.

- ¿Su padre no era héroe también?

- Si, pero, ¿sabes cuál fue la única vez en la que salió en televisión? Cuando su propia hija provocó un accidente del que no pudo salvar a su mujer.

- Oí que después de eso se retiró.

- Que cobarde.

"Basta...", pensaba, "Salvó a 35 personas, apagó en incendio sin usar su quirk por ser de fuego... Pero nadie habla de eso. Todos hablan de cómo el gran Endeavor llegó para salvar el mundo... Maldito...". Abrió la puerta de su aula y entró, sentándose en su pupitre. Todoroki entró minutos después. 


_____ llamó a la puerta con dificultad. Estaba nerviosa. Todoroki abrió, sorprendiéndose al verla en la puerta.

- ¿_____-chan?

- Todo... Shōto-kun, ¿podemos hablar?

Una suave nostalgia se apoderó de él junto a un sentimiento de melancolía. ¿Cuánto había echado de menos que lo llamara así?

- Claro, pasa.

La chica dio un paso adelante, algo avergonzada. "Mierda... ¿Qué estoy haciendo?", se preguntó.

- ¿De qué querías hablar?

Lo miró, apenada.

- Quería... -suspiró, resignada-. Lo siento mucho. Por todo lo que te he hecho en este tiempo. No... Me he portado bien, tú no te merecías todo eso.

- ...No pasa nada, _____-chan -sonrió-. Lo estabas pasando mal.

- ¡Y tú también!

- Ya...

- No sé si quiera para que me he metido a la U.A. si lo que me movía era el odio y... Superarte. A ti y a Endeavor.

- Yo cometí el mismo error. Pero sigo aquí porque sigo un sueño, igual que tu sueño era ser como tu padre, ¿verdad?

- Pero yo te traté...

- Ahora da igual, Shimizu -dijo, interrumpiéndola-. Yo... Estaba esperando a que me pidieras perdón.

- ¿Esperando?

Al día siguiente todos quedaron con la boca abierta cuando los vieron riendo juntos. "Nunca había visto a Todoroki sonreír tanto", "¿Todoroki? ¡Mira a _____!", "¿Les han lavado el cerebro?", eran algunos de los murmullos que se oían  en la clase 1-A. Fue como si todo hubiera vuelto a la normalidad.

Como casi todos los días, _____ se fue detrás de los dormitorios bajo el árbol de cerezo para hacer sus deberes. Era un lugar tranquilo con un ambiente agradable, perfecto para alejarse del escandalo de los dormitorios, tomar un poco de aire fresco y concentrarse. 

- Te quiero, princesa... 

_____ se giró de golpe, viendo a Todoroki sentarse a su lado.

- ¿Perdona? ¿Qué has dicho? -le preguntó incrédula.

- Te quiero, princesa.

Su corazón empezó a latir fuertemente, sin control alguno. 

- P-Pero s-si es imposible. ¿Es enserio?

- ¿Tú que crees?

Sus mejillas empezaron a arder. Estaba totalmente roja, con la respiración agitada. ¿De verdad era él? ¿Era aquello un sueño? ¿Se le había caído una rama encima dejándola inconsciente?

- E-Entonces, ¿te gusto?

Todoroki sonrió y la cogió del mentón, acercándose a ella lentamente. Pareciera que nunca iba a llegar. Con un poco de brusquedad, la chica lo cogió del cuello de la camisa y estampó sus labios contra los de él. Todoroki correspondió enseguida. 

- Shōto-kun...

- ¿Si?

- ¿Quieres ser mi príncipe consorte? -rió.

- Por supuesto, princesa -respondió sonriendo y volviéndola a besar.

Shōto Todoroki: Escenarios (REEDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora