Shōto Todoroki: Escenarios (REEDICIÓN)

Declaración 🌈

- Ashido, necesito ayuda -dijo Todoroki.

La chica se giró y lo miró, expectante. Él siguió sin decir palabra y se quedaron mirándose.

- ¿Y bien...? -preguntó confundida.

Shōto sacudió la cabeza, saliendo de sus pensamientos.

- Prefiero que sea en privado.

- Ah, claro.

Mina se despidió de sus amigas y fue con Todoroki a un lugar con menos gente.

- ¿Qué necesitas?

- Me he peleado con Shimizu-chan.

- ¿Enserio? -rió.

- Si.

-¿Por qué?

- Yo tampoco lo entiendo muy bien.

- A ver, cuéntame qué ha pasado.

_____ y Todoroki estaban bajo el árbol de cerezo de fuera del instituto. Los bellos pétalos de las flores caían, embelleciendo el atardecer de aquella bonita tarde de primavera. _____ se acercó al chico y, con valentía, lo cogió de las manos y lo miró a los ojos. Todoroki la veía, veía a esa hermosa chica que lo miraba con un peculiar brillo en los ojos, levemente sonrojada.

- Shōto-kun yo... Te quiero... Y-Y... Me gustaría que fueras mi novio... ¿Tú... Sientes lo mismo...?

Todo se quedó en silencio por unos segundos. Sus corazones latían rápido, con fuerza.

- ¿No es el chico quien se lo pide a la chica?

- ¡¿Enserio?! -exclamó, incrédula-. ¿Eso es lo único que me tienes que decir? ¡¿De verdad?! ¡No me lo puedo creer! -la chica soltó sus manos de golpe y se fue indignada de allí, balbuceando todo tipo de quejas.

- Pero... ¿Qué he dicho...?

Ashido no podía parar de reír ante la inocencia del chico. Claro, él solo estaba confundido porque no sabía nada de amor, y lo que sabía, lo había sacado de películas que veía su hermano Natsuo. Estaba muy perdido en estos temas.

- ¡Pues normal que se haya enfadado! ¡Tendrás suerte si te habla el año que viene! 

- Ashido, no tiene gracia, no lo entiendo.

- Todoroki, ella te abrió su corazón y tú solo le respondiste eso, normal que esté algo mosqueada.

- Mierda... Necesito decirle que yo siento lo mismo, pero no se cómo.

La chica se paró a pensar unos momentos y después volvió a reírse.

- ¿Qué?

- Se me ha ocurrido una cosa con lo que a lo mejor te perdona -dijo sonriendo.

- Qué es.

- En el departamento de apoyo hay una chica que tiene el quirk de cambiar el genero de una persona, conviértete en una chica y le pides salir.

- ¿Qué? No voy a hacer eso.

- ¿Por qué no? ¿Tienes algún problema con ser chica, eh? -preguntó al borde de la risa.

- No tengo ningún problema con las chicas. Me gustan las chicas. Pero eso no tiene sentido.

- ¡Claro que si! Con eso le demostrarás que realmente no piensas que las chicas no pueden declararse también.

Realmente solo quería divertirse un rato, aunque fuera a costa de la inocencia de ese pobre chico, que no sabía a que clase de bruja, disfrazada de la mejor amiga de su querida _____, había ido a pedirle ayuda.

- Está bien... -suspiró-. Lo haré.

- Ese es el espíritu -lo animó, dándole con el puño en el hombro en señal de amistad-. Búscame después de clase y lo vemos, ¿vale?

- Vale... 

La hora del almuerzo terminó y volvieron a clase. Por supuesto, _____ seguía sin dirigirle la palabra al chico, cosa que le frustraba. No estaba muy seguro de la idea que había tenido Ashido, pero estaba casi convencido de que saldría bien. Tenia ese presentimiento. Tal y como le ofreció aquella simpática chica de piel rosa, se quedó esperándola a la hora de la salida, y juntos, fueron a los dormitorios de los chicos del departamento de apoyo. Mina lo condujo por toda la estancia hasta dar con la puerta correcta. Tocó la puerta.

- ¿Mina-chan? ¿Qué necesitas? -preguntó una chica asomándose a la puerta de su habitación.

- Bueno... Te presento a Todoroki, un chico de mi clase.

- Buenas -saludó él.

- Hola -dijo contenta.

- Necesito que le vuelvas mujer -le dijo Ashido, guiñándole el ojo con una sonrisa.

- Ah, vale. Todoroki-san, tienes que decir mi nombre, yo chasquearé los dedos y te transformarás en mujer por dos horas, ¿bien?

- Ajá...

- Soy Mei Nagano.

- ...Mei Nagano... 

Al chasquear la chica los dedos, su cuerpo empezó a cambiar. Su pecho crecía, su cadera se estrechaba y su uniforme empezó a quedarse grande. Como pudo, se agarró los pantalones para que no se le cayeran.

- ¡Que flipe! ¡Soy más alta que Todoroki! -río Ashido.

Nagano las hizo pasar y le dejó un poco de ropa a la pobre Todoroki, quien no se acostumbraba todavía a su cuerpo.

- ¿Voy a estar así dos horas?

Se tocó la garganta, su voz también había cambiado a una más aguda y femenina.

- Tú no te preocupes, sigues estando igual de buena -comentó su compañera de clase, sonriendo y le dio una palmada en el culo.

- ¡Oye! No digas eso, es vergonzoso... 

- Bueno, vamos con _____-chan. ¡Gracias, Nagano!

La chica cogió de la muñeca a Shōto y las dos llegaron a sus respectivos dormitorios, corriendo.

- ¡_____-chaaaaaan! -gritó Mina al entrar.

_____, que estaba en el sofá, se giró y se quedó inevitablemente sorprendida al ver la chica que acompañaba a su mejor amiga.

- E-Eh... Mina-chan... ¿Esa no es...?

Intentaba articular palabra, pero le resultaba imposible; no solo ella estaba impactada, todos los que estaban en aquella sala las miraban perplejos, Bakugō incluso batallaba en su interior por no echarse a reír. Las dos chicas se acercaron a ella.

- Vamos, Todoroki, es para hoy.

- ¿Q-Qué te ha pasado? -preguntó _____.

- _____... Quería pedirte perdón por lo que te dije... No quería decir que las chicas no pudieran declararse... Lo siento.

- N-No pasa nada, e-en realidad fue una estupidez de mi parte... -dijo, sin salir de su asombro.

- ¿T-Te gustaría ser mi novia?

Los chicos allí presentes solo miraban a Todoroki y _____ juntas, mientras que Yaoyorozu y Jijō retenían a Mineta.

- ¿Te has convertido en una chica solo para preguntármelo?

La chica asintió, con las mejillas levemente sonrojadas. _____ rió y la cogió de los mofletes besándola.

- Si quiero.

Las dos chicas se sonreían con ternura. Ashido todavía no podía salir de su felicidad por ser más alta que Todoroki, aunque para su amiga no fuera igual.

- ¿No se te hace incomodo besarme?

- ¿Por ser chica? No. Me da igual. Seas chico o chica, sigues siendo mi Shōto-kun y de la persona de la que estoy enamorada. Eso es lo que vale, ¿no?

- Si -asintió, sonriendo-. Con eso me basta.