Shōto Todoroki: Escenarios (REEDICIÓN)

Educación sexual

¿Clase de educación sexual? ¿De verdad el Aizawa que conocía había aceptado que dieran esa clase de charla?

- Bueno, os presento al Sr. Darohi, como ya sabréis, os dará una charla sobre la educación sexual. Yo me voy a poner esto y os estaré vigilando -dijo Aizawa, poniéndose las gafas.

- Aizawa-sensei, ¿para qué se pone las gafas? -preguntó Kaminari.

- Para no hacer contacto visual con ninguno de vosotros.

Se metió en su saco de dormir amarillo y se sentó en la esquina de la clase que había al lado de la puerta.

- Bueno chicos, como ha dicho vuestro profesor, voy a daros una charla de educación sexual. No se si tendréis o habéis tenido una relación, pero hoy, voy a hablar de tres cosas fundamentales en una. Voy a hablaros de esto -enseñó una foto de una persona sonriendo-, de esto -levantó un corazón hecho de cartulina-, y de esto -sujetó un preservativo.

En la clase predominaba la curiosidad de unos, la incomodidad de otros y la vergüenza del resto.

- Bien. Las bases de una relación; La atracción, el amor y el sexo. ¿Alguna duda? ¿Todos sabéis que es el sexo, no?

Nadie dijo ni hizo nada.

Shōto estaba en un estado que se podía describir como una mezcla entre impactado, curioso y ansioso. Era una sensación extraña.

- ¡Hey, Shōto!

La vio y una descarga eléctrica le recorrió por todo el cuerpo, provocándole un escalofrío.

- ¿Vamos juntos a casa? -dijo _____, sonriendo.

Asintió. Iban caminando a paso lento, cada uno pensando en lo suyo: la "inocente" de _____, en qué habría hecho su madre de comer y él, en la charla. "¿Cómo sería hacerlo con _____?", se preguntaba. Se sonrojó e intentó quitarse ese pensamiento de la cabeza, pero ¿acaso eso era algo malo? Es decir, ya iban a tercer año en la U.A., tenían diecisiete años, ¿no eran ya mayorcitos para pensar en eso?

- Oye, ¿te gustaría quedarte a dormir a mi casa? -propuso _____.

- ¿Cómo? -preguntó, con las mejillas coloradas.

- Bueno... Mis padres van a salir de viaje de trabajo después de comer y yo estoy sola. Solo era por si queri...

- Si, si quiero -respondió de golpe, interrumpiéndola.

- ¡Estupendo! -exclamó sonriendo y le cogió de la mano.

A Shōto, de repente le vino un calentón. Nunca se había sentido así. Se estaba acalorando, temía empezar a sudar en cualquier momento. Su corazón estaba acelerándose y sintió un cosquilleo en su entrepierna. "Ya me había pasado otras veces, pero ahora... Saber qué es... Lo hace verse muy diferente...", pensó, preocupado. Llegaron a la casa de _____.

- ¡Nos vemos luego! -exclamó y le dio un pico, inocente de ella, ignorante de lo que estaba provocando. 

Un impulso se apoderó del chico y le cogió de la muñeca, impidiendo que se fuera, y la arrastró hacia él, tomándola por la cintura para darle un apasionado beso. El cuerpo de Shōto empezó a relajarse, destensarse. Pero algo no estaba bien y pronto descubrió que era. "Necesito más", pensaba. Y, antes de poder hacer nada, la chica se separó por falta de aire.

- Vente a las diez -dijo, sonriendo mientras entraba a su casa con un leve sonrojo en sus mejillas.

- ¿No puedo venir antes...? -reprochó en un murmuro.