Shōto Todoroki: Escenarios (REEDICIÓN)

Imagina Parte I (Omegaverse)

- Venga... Solo déjame disfrutarte un poquito...

- N-No... ¡Déjame...!

-No te puedes resistir... Estás hecha para someterte a gente como yo.

- No... Detente... Por favor...

Intentaba zafarte de su agarre, pero aquella chica era más fuerte, aunque fuera solo por su condición. Se acercó a su cuello y _____ se imaginó lo peor: "Me va a morder", pensó.

- Te ha dicho que no.

Las dos se giraron para mirar al chico que había interrumpido su momento.

- Todoroki... ¿Ahora te dedicas a salvar omegas?

- Suéltala.

- ¿Y si no quiero?

- Suél. Ta. La.

En cuanto mismo terminó de pronunciar la palabra, dejó claro cual de los dos era el alfa más fuerte. La chica soltó sus muñecas y se fue, pasando al lado de Todoroki, molesta. Finalmente, sus rodillas fallaron y _____ cayó al suelo. Estaba temblando, su cuerpo estaba caliente y no podía ocultar el sonrojo en sus mejillas. "Mierda...", maldijo internamente.

- ¿Estás bien? -preguntó Shōto.

- S-Si... Gracias...

Era muy duro vivir en una sociedad como esa, donde según la condición con la que nacías te categorizaban como fuerte o débil.

- Será mejor que te pongas un supresor. Huelo tu celo desde el pasillo.

- No tengo supresores...

- ¿Qué? ¿Por qué no?

- M-Mi familia no se lo puede permitir...

Se retorció de dolor, agarrando su vientre. Quería llorar. Todoroki estaba perdiendo la cabeza con su olor y, aunque sus instintos se podían aguantar hasta cierto punto, con ella era el doble de difícil; su olor era tan fuerte como las emociones que la chica le provocaban a él.

- Iré a la enfermería, no te muevas.

- ¿Qué haré si viene otro alfa?

- Reza para que no venga.

- No me dejes así, por favor...

Todoroki empezó a mosquearse, en primer lugar, no tenía ni idea de porqué la había ayudado, y, en segundo, no creía aguantar cuerdo mucho tiempo.

- Pues levántate.

- ¡No puedo!

- ¡¿Y que quieres que haga?!

- ¡Shōto, sabes que hacer para aliviar el dolor!

- Ve y pídeselo a Bakugo... No pienso tocarte.

Tocó a la puerta, nerviosa, y casi de inmediato, Todoroki la abrió.