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Llegamos a la ciudad, todo se veía tal cual como lo recordaba pero aún así deferente, ya no había niños jugando por las calles ni muchas personas en los almacenes, las calles estaban vacías, como en un pueblo fantasma. Sairus no dejo de mirarme en ningún momento, atento a mis movimientos yo solo veía por la ventana evitando su mirada, pero parece que ese le canso. Me apretó las mejillas y me obligó a mirarlo, su camisa aún tenía sangre y esa mirada sádica volvió.

— Porque no me miras?- Me dijo tranquilo lo cual me desconcertó un poco.

—.....

— Responde- apretó más.

— N-no me acostumbro a estar junto a ti.

—Acostumbrare querida, pasaremos mucho tiempo juntos- Me soltó y se sentó tranquilo.

— Que le pasó a mi amigo?

— Mm quien?

— Mi amigo! Nolan! Que hiciste con el?! Te lo llevaste el día de la fiesta y no supe más de él, HABLA!

— Haber preciosa, no creo que estés en posición de exigir nada- dijo señalemos mis brazos y piernas atados mientras sonreía- pero seré generoso contigo, aunque espero una retribución después- la sonrisa que puso no me gusto en lo absoluto-, tú "amigo" Nolan murió, nunca más vas a ver a el chico que era, que lastima cierto- dijo sarcástico.

— Maldito- dije entre dientes con la cabeza gacha y lágrimas cayendo por mis ojos- COMO PUDISTE!!- levante mis brazos atados en un inútil intento de golpearlo mientras sollozaba- EL ERA MI AMIGO!- detuvo mis brazos y se acercó más a mi

— El solo era un obstáculo, no sirve de nada que llores por alguien tan tonto, ahora me tienes a mi pequeña y a mi es lo único que tendrás- beso mi mejilla- Oh llegamos, te gusta mi palacio, digo nuestro palacio.

—.......-

Mire el castillo tal como lo recordaba ningún cambio, un guardia me llegó por el brazo todo el tiempo y Sairus hablaba de un montón de trivialidades mientras yo estaba con la mente perdida. M-mi mejor amigo esta muerto a manos de ese idiota, las ganas que tenia de ahorcarlo aquí mismo me hacen explotar de la ira, pero eso no serviría, tenia que hacerlo pensar que accedí a su tontería y que baje la guardia esa sería mi única oportunidad para escapar.

— Es aquí- se detuvo delante de una enorme puerta de madera pintada de azul con decoraciones plateadas- Esta será tu habitación- el guardia abrió la puerta y literalmente era el cuarto de una princesa, la cama enorme con sábanas de seda y cortinas de seda gigantes caían del techo, la esa era blanca y las cortinas azules, creo que exagero con eso que me gusta el azul, en una esquina junto a una ventana estaba en rincón de lectura al parecer con algunas estanterías y sillones, un escritorio por ahí, un gran TV, vamos que se dejó la paga de sus trabajadores en esto- Te gusta?

— Si- si me gustaba pero no era mi estilo era DEMASIADO extravagante me daba miedo tocar algo por si se rompía de lo delicado que era.

— Me gusta que te guste, quédate aquí, no te preocupes por tu ropa o algo así el armario está lleno de ropa el baño esta completamente equipado con todo lo que una chica pueda necesitar y si necesitas algo toca esa campana de ahí, vendrá alguien inmediatamente a atenderte- sonrió demasiado feliz hasta daba algo de miedo, se inclinó y me dio un beso en la frente- mañana te presentaré al mundo como mi dama y..... la futura reina- QUE?! No me inmuté, solo me quede estática sin ninguna emoción.

— Creo que no podré descansar con los brazos atados.

— Oh! Cierto, PORQUE NO LA HAN DESATADO, INÚTIL!

Serás mí reina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora