No le conocía.

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La mujer de plata brillante y radiante, miraba con orgullo y amor al pequeño niño que crecía poco a poco bajo sus cuidados; Yoongi era un bebé precioso que era amado por todos.

Las estrellas, las constelaciones, las nubes, todos ellos cayeron ante su encanto. Sus guardias juraron su vida entera por protegerlo.

Luna esperaba que su vida continuará así de tranquila.

La delgada mujer pedía que el sueño de ser madre durará por siempre.


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El espacio entre el yo de ahora y el del futuro es enorme ¿La brecha será capaz de cerrarse?

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Sus pequeños pies regordetes brincaban de  una nube espumosa tras otra

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Sus pequeños pies regordetes brincaban de una nube espumosa tras otra. Las ráfagas de viento y las estrellas fugaces, jugueteaban con él.

El pequeño de ocho años podría decir que eso le hacía feliz, pero sería mentir.

Nada se comparaba con lo que veía cada mañana, una vez su madre se escondía y el radiante sol salía, dando así vida al mundo que crecía debajo de ellos.

Yoongi algunos días se preguntaba ¿Qué se sentiría ser una criatura peluda y juguetona como lo eran los lobos?

La alegría de aquellas bestias, siempre lo tentaban y hacían que su pequeñito cuerpo tuviera ganas de explorar. No obstante ¿Qué podría explorar?

Si conocía el cielo a la perfección. Las constelaciones formaban escalones para él, las estrellas le contaban historias cuando no podía dormir, las aves que algunas veces llegaban más allá de las espesas nubes -como lo era una cumulonimbus- le traían frutos que se le hacían desconocidos, pero deliciosos.

Todo lo que le decían de la tierra era precioso y mágico, además de su deliciosa comida.

El pequeño pálido niño con la media luna iluminando su frente pensaba una y otra vez ¿Qué es lo que le diría su madre, si decidía pedirle que le dejara bajar?

La mera idea lo desilusionaba, porque el pequeño Yoongi conocía las condiciones de su madre y ella siempre le diría que si quería bajar tendría que llevar a Jimin.

Jimin, era el guerrero de la luna que más destacaba por su valentía y su fuerza además de su increíble fortaleza. No es que Yoongi se sintiera incomodo en su presencia, todo lo contrario; Jimin le brindaba tranquilidad y confianza, pero el joven de más de veinte años era muy viejo para el pequeño Yoongi y por ello Yoongi no podría disfrutar de las cosas como debe hacer un niño; pues Jimin siempre le diría que es arriesgado y lo mantendría fuertemente sujetado, mientras que el pequeño Yoongi solo lo que buscaría seria jugar.

"Hijo de la Luna"🌙TAEGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora