"Ese día prometió protegerlo por siempre"

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Una mariposa azul se posó en la cuerda gruesa que atrapaba su brazo; el fuerte nudo había logrado herir sus muñecas, las cuales se volvieron rojas cuando trataba de poder zafarse de su castigo.

De sus ojos lágrimas de cristal salían, el gritaba pidiendo que dejaran al niño gitano que lo había querido tanto, pero el látigo que mallugaba la espalda de su amigo nunca se detuvo.

Habían sido atrapados por el hombre fornido quien si su sangre no mentía, era algo muy cercano a él. El mayor atrapado por la ira, había dicho a las personas que los rodeaban en un patio enorme y polvoriento que Jackson le había robado y debía ser ser castigado junto con su cómplice.

La gente vitoreaba en acuerdo y en sus rostros se podría mostrar la maldad. Yoongi tuvo miedo.

Era la primera vez que no veía la dulzura de las personas, ni su nobleza. Frente a él solo podía mirar a los demonios que pedían un juego que los entretuviera.

Aun así eso lo dejo de lado y su corazón se contrajo cuando no podía reconocer a su amigo quien poco a poco manchaba la tierra con el color carmín de su sangre. Su espalda que antes Yoongi había podido sentir su calidez cuando Jackson lo cargaba, ahora solo se mostraba llena de sangre y con magulladuras que perdurarían en enormes cicatrices.

—¡Paren!—había mencionado en alaridos — ¡No lo golpeen más, castíguenme a mí, pero no lo torturen mas a él!— gritaba más fuerte, pero su voz no fue escuchada. La gente excitada seguía mirando al niño que se le desvanecía la vida mientras sus ojos se cerraban.

La mirada del hijo de la luna se nubló y no muy a lo lejos, pudo ver la silueta de un hombre con un enorme sombrero y ropa negra que le miraba. — Diles que paren— le dijo quedito, sus resecos labios quebrados por el calor del radiante sol, pero el joven solo le sonrió y movió la cabeza en negación. Con pasos lentos el hombre se acercó a él y Yoongi se preguntó si al caso solo él le podía ver.

—La flama de su vida se extingue— le menciono cuando ya estaba a unos cuantos pasos cerca de él.

Temor lleno el cuerpo del pequeño Yoongi.

—¿Qué puedo hacer? — sus palabras fueron apresuradas cuando su miedo de perder a Jackson iba creciendo.

Pero el hombre no dijo nada, mas sin en cambio su mirada fue a parar a la cicatriz en forma de media luna que adornaba su frente; está resplandecía como si fuera una constelación completa.

—¡Tómala, toma todo lo que pueda ofrecerte pero no dejes que mi amigo me abandone!—

La mirada del sujeto se volvió fría y vacía — Aun no entiendes las repercusiones ¿Cierto?— Yoongi le miro, sus lágrimas volviéndose más tormentosas, el de sombrero solo suspiro y en un calmado susurro solo dijo:

—Protégete desde ahora, porque la vida eterna se ha desvanecido de tu cuerpo. Ese el precio por la vida que se tenía que ir—

Yoongi bajo la mirada mientras sentía como toda la calidez de su media luna se iba y en su pelo un mechón negro aparecía. El cielo se nubló y unas suaves gotas de agua empezaban a bañar la tierra. De pronto el hombre dio un chasquido con sus dedos y se desvaneció. Las personas que habían azotado y magullado a su amigo, dejaron de mirar al pequeño gitano que cayó inconsciente y pronto posaron sus ojos sobre el que creían era su cómplice.

—Es hora de darle su lección a este otro ladrón— gritó el hombre que sostenía el látigo ensangrentado.

—¡Que pague por las joyas robadas! — se había escuchado de fondo decir a un niño que le dedicaba una sonrisa engañosa. En sus ojos Yoongi pudo ver que él había sido el culpable, sin embargo esté les acusaba pareciendo inocente.

La gente de aquella aldea le apoyó y pronto su camisa de seda blanca fue arrancada de su cuerpo, dejando que su espalda pálida fuera bañada por los pocos rayos de sol que atravesaban las negruzcas nubes.

Cerro los ojos cuando el primer golpe del látigo golpeo su virgen piel. Las lágrimas querían salir, pero él las retenía, su orgullo lastimado se lo impedía. Un segundo golpe y en su mente pensó como es que Jackson podía haber aguantado tanto, ya que el dolor eran tan penetrante que el cuero hacia arder su piel.

«Aquí en lo terrenal no eres nadie» se dijo con pesar «Aquí solo soy un niño que no puede proteger a su amigo» un gemido escapo de sus labios «Aquí estas solo, sin nadie quien te crea»

Sus oídos se taparon por el miedo, no sabía que hacer ¿Cómo detener el dolor? Pero de repente un gruñido potente y amenazante resonó por todo la aldea. Las personas llenas de miedo empezaron a correr por todo el lugar, buscando el refugio dentro de sus casas. Yoongi alzo la mirada y pudo ver a que es a lo que tanto le temían.

Un enorme lobo color café se erguía y le gruñía a todo aquel que tratara de llegar a él. Yoongi miro sus ojos amarillos cuando el lobo giro a mirarle. Los ojos del animal prontamente dejaron de verle y se desviaron para mirar a la persona que estaba detrás de él portando en sus manos aun el látigo que le había lastimado tanto.

El hombre quien aún estaba conmocionado con lo sucedido, una vez salió de su letargo dejo caer el látigo y salió corriendo pidiendo clemencia por su vida.

Yoongi solto un suspiro lleno de dolor y de nuevo empezó a retorcerse, tratando de deshacer su amarre para salir corriendo hacia el cuerpo inconsciente de su amigo, el cual para su pesar aún seguía sangrando.

Sin embargo detuvo sus movimientos y dejo sus ojos clavados en el animal que abandonaba su forma y mostraba el cuerpo de una de las personas que en ese momento, era la que menos quería ver.

—Eres un estúpido como puedes dejar que te atrapen así de fácil— Taehyung tan pronto recupero su forma humana, empezó a desatar al chico que estaba amarrado a dos postes de madera. Arrugo su nariz al ver las cicatrices en las muñecas pálidas y en la espalda que sangraba solo un poco; su lobo estaba inquieto pidiéndole que le cuidara. Taehyung lo ignoro y dejo que el de cabellos platinos apenas fuera desatado corriera a refugiar entre sus brazos, aun chico que el desconocía.

Su lobo gruño, pero no le dio atención. A veces su lobo llegaba a enloquecer.

—Es hora de irnos — tan simple dijo eso, tomo con brusquedad el pequeño cuerpo del más bajo. Yoongi le dio una mirada de muerte, pero aun así lo obedeció. Solo a cambio le pidió que le ayudara.

Taehyung arrugo su nariz con disgusto cuando el hijo de la luna dijo:

—Ayúdame a llevarlo —

Sus ojos demostraban preocupación por el joven que se retorcía en el suelo, el castaño dio un resoplido pero asintió de acuerdo. Taehyung esperaba haber tomado la mejor decisión, ya que en su manada los gitanos no eran muy bien vistos.







Pollito-pan

Hice unos cambios al inicio de la historia, para que cuando puedan (y si es que me leen) noten los pequeños cambios.

¡GRACIAS POR LEER!


"Hijo de la Luna"🌙TAEGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora