Temo.
Diego se fue con un cara de cierta preocuapación, mientras yo me quede con Ari de la misma manera. Temia a que es lo que vendria y además por Thiago, fue demasiado grosero lo que le hize.
-Y bien estamos solos y juntos de nuevo Tahi.-Ari me miro sonriente, y se acerco a mí.
-Si...........ya esta olvidando el lugar.- finjí una sonrisa mientras retrocedia al compas de Ari. Mis pierna se detuvieron con el sofa, y voluntariamente me tiré a este.
-Te extrañe tanto amor. Ya me estaba volviendo loco.- Aristoteles se sento a un lado, y pasaron unos segundos para que se recostara sobre este.
-Ven.....- palmeo su pecho, pidiendo que me recostara en este. Dude, pero no habia nada de malo en eso, así que decidí evitar problemas.
-Ahora estoy tan felíz de que este conmigo y con un hijo mio.- comenzó a acariciar mi cabello con una mano, mientras que con la otra toco mi estomago.
-Un pequeño Corcega Lopez. Debemos pensar en nombre.-
-Si....- comente friamente, al no poder evitar sentirme incomo por el tacto de sus manos. Y pienso que Ari lo nota, pues mi cuerpo reacciona un poco defensivo y el se detiene.
-Los voy a cuidar con toda mi vida y no permitire que nada ni nadie me los arrebate.- yo solo espero que nada malo suceda. No quiero que Ari se meta en problemas, y no querer estar con él es uno muy grande.
-Gracias.- dije cerrando los ojos y perdiendome en un sueño profundo.
Minutos depués.
-Mmm....- desperté un poco perdido. No tenia claro todo, pero al ver el cuerpo de Aristoteles recordé.
-Mi amor ¿despertaste?.- me miro sonriente y le correspondí igual.
-Perdón me perdí, debi haber estado cansado.- dije tallandome los ojos.
-Fue lindo verte dormir todo este tiempo. Puedes descansar todo lo que quieras.- yo volvi a sonreir.-Pero debes estar hambriento......voy a comprar unas cosas, y dime ¿Quieres algo en especial?-
Mi pansa rugia, y mis apetitos se prendieron al escuchar eso.
-Este......lo que sea esta bien.- conteste.
- Voy por ello. No tengo casi nada en el refrí, pero ahora mismo te voy a consentir con muchas cosas.- los dos nos movimos del sofa y Ari comenzo a caminar hacia la puerta.
-Te acompaño.- dije, evitando quedarme solo.
-No, esta bien, debes estar cansado, solo dormiste unos minutos. Quedate aquí, voy rápido.- asentí, pero no muy a gusto por dentro.
-Esta bien.- Ari se marchó, mientras yo me quede en suspiro. Relamente no entiendo que esta a punto de pasar.
Aristoteles.
Salí de compras, para consentir a mi lindo Temo, estoy tan felíz de tenerlo para mí, y esta vez no lo voy a dejar ir por nada. Se perfectamente como de actuar ante mi caracter, y así obtendre la confianza de mi amor.
Caminaba por los pasillos de la privada, encontrandome con una desagradable presencia. El idiota que perdio todo, venia hacia mí, con un humor muy de malas, lo que me hacia más felíz.
-¿Qué le hiciste a Temo, maldito?- pregunto lleno de furia.
-¿Qué le hize?- dije entre risas.
-El no quería estar contigo, y ahora muy de repente pasa esto. Algo hay detras de esto.-
-Mmm, nada. Temo quiere estar conmigo, me prefiere a mi.-
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¿Qué te paso? (Aristemo)
Random-Tu no eres asi Aristoteles.- -Soy asi porque te amo.-